CON TEXTO

Las barbas del profeta

Sin perder nunca el hilo de la narración, el autor reflexiona sobre los ángeles, sobre la creencia y la incredulidad,

La Historia Sagrada que estudió en el colegio fue para el escritor Eduardo Mendoza la primera fuente de "verdadera literatura" a la que tuvo acceso, unos recuerdos que recupera en “Las barbas del profeta”.

Como muchos niños de la posguerra española, Eduardo Mendoza estudió una asignatura denominada Historia Sagrada, resumen e ilustración de algunos pasajes de la Biblia que hicieron nacer en él la fascinación por la palabra escrita y por los mundos de ficción, además de enseñarle a distinguir entre lo real y lo imaginario, recuerda la editorial.

“No exagero al afirmar que la Historia Sagrada que estudié en el colegio fue la primera fuente de verdadera literatura a la que me vi expuesto”, señala el autor en “Las barbas del profeta”, basado en sus recuerdos y en la certeza de que una sociedad se explica mejor si no se desvincula de sus mitos fundacionales.

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) repasa en este libro algunos pasajes, como el de la serpiente que tienta a Eva, la expulsión de Adán y Eva del paraíso, la muerte de Caín a manos de Abel o el sacrificio de Isaac y muchos más, así como algunos episodios centrales del Nuevo Testamento.

Sin perder nunca el hilo de la narración, el autor reflexiona sobre los ángeles, sobre la creencia y la incredulidad, sobre la moral y la ética, o sobre cómo el arte ha tratado estos asuntos.

Te puede interesar