CULTURA

Las mujeres del franquismo

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photo_camera Un momento de la funcion "La sección".

La obra “la sección”, de la compañía valenciana a tiro hecho, clausura la mostra de Cangas 

En el año 1934 se constituyó en Madrid la rama femenina de la Falange Española, conocida como la Sección Femenina. Dirigida desde su nacimiento por Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange, estuvo activa durante más de cuarenta años. Su doctrina era relegar a la mujer a los que consideraba únicos papeles posibles: madre y esposa sumisa. A partir de los años 40, todas las mujeres entre los 17 y los 35 años, tuvieron que pasar por la Sección Femenina por un tiempo mínimo de seis meses.

Fue el equivalente del servico militar masculino, sustituyendo fusiles y pistolas por utensilios de costura y cocina. Pero a pesar de la gran importancia que tuvo esta sección como controladora y represora de las mujeres españolas, sobre todo en la época de posguerra, y de estar en el bando de los ganadores, su condición femenina ha sido suficiente para que esté prácticamente desaparecida de la memoria y de los libros de historia, aunque su influencia fue vital en la conformación de la sociedad de aquella época y en una manera de entender la vida. Esta institución tampoco ha sido muy abordada en el teatro, el cine o la literatura. De ahí que el trabajo de la compañía valenciana A tiro hecho, con la colaboración del comprometido Teatro del Barrio, merezca ser descubierto, disfrutado y reflexionado.

La sección es una función escrita por Ruth Sánchez González y Jéssica Belda. Dirigidas por Carla Chillida, tres actrices (Jéssica Belda, Manuela Rodríguez y Natalie Pinot) ponen voz y rostro a las tres mujeres más destacadas del franquismo: Pilar Primo de Rivera (hermana de José Antonio), Carmen Polo (la mujer del Generalísimo) y a Mercedes Sanz-Bachiller (esposa de Onésimo Redondo y fundadora de Auxilio Social, institución benéfica de la dictadura). Durante unos 75 minutos los espectadores se transportarán en el tiempo y podrán descubrir cómo se enseñaba a las mujeres de no hace tantos años a ser buenas patriotas, buenas cristianas y buenas esposas. 

La Mostra de Cangas arrancó con cuatro actrices en crisis que recogían la vida de unas monjas de clausura y baja el telón con tres mujeres de armas tomar que querían obligar al resto a centrarse en la felicidad de sus maridos, aún a cuesta de su propia infelicidad. ¿Será ya imposible volver a esos tiempos? Por si acaso, será mejor seguir en alerta. 

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