“Life” (Vida), rumbo hacia lo conocido

La película repite, con digno resultado, la fórmula vista en docenas de películas

El sueco con el nombre menos sueco del séptimo arte, Daniel Espinosa, dirige Life (Vida), un thriller de ciencia ficción que repite, con digno resultado, la fórmula vista en docenas de películas del género: un ente extraterrestre con letales capacidades se cuela en una laberíntica nave y acaba con la vida de sus tripulantes.

En este caso somos nosotros -terrícolas, aventureros irredentos- los que hemos ido en busca del bicho hasta Marte y, con cándida fascinación científica, le hemos abierto la puerta de nuestra Estación Espacial Internacional. Como era de esperar, la constatación de vida fuera de la atmósfera terrestre y su estudio será lo que pondrá en peligro, no solo la existencia de los astronautas que han logrado tal hallazgo, sino también nuestro futuro como especie.

Pero más allá de algunos logrados picos de tensión y de las truculentas imágenes que -como mandan los cánones del subgénero de terror espacial- dejan las sangrientas correrías del astuto alienígena, lo que Life hace mejor es arropar el manido juego del gato y el ratón en su versión ingrávida con un contexto bastante plausible planteando un escenario que, si se recoge el guante que lanzan Rhett Reese y Paul Wernick, responsables de esa disfrutable gamberrada que fue Deadpool, da pie a la reflexión sobre los peligros que la astrobiología puede entrañar para la humanidad y los dilemas morales que se nos pueden presentar como especie en un futuro puede que no muy lejano.

Lo hace con imágenes que recuerdan más al realismo inmersivo de “Gravity” o a la sobria elegancia de “Interstellar” que a la oscura y mágnética sordidez de “Alien”, inevitable referencia de la que no huye Espinosa en un filme predecible pero sólido -flojea en las contadas ocasiones en las que frena para subrayar los lazos afectivos entre los tripulantes- y notable desde el punto de vista técnico y formal que no aspira ni siquiera a redefinir los parámetros en los que se desarrolla. En “Life”, la vida se abre camino, como decía aquel, hacia un único y loable objetivo: entretener.

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