ENOLOGÍA

El mejor blanco de Galicia en la cata oficial

20180716222622493_result
photo_camera Los viñedos de la bodega Veiga da Princesa.

Acaba de ganar el acio de oro al mejor vino blanco de Galicia en la cata oficial que organiza todos los años la Xunta.

 Veiga da Princesa no es solo el nombre del vino, sino también de una bodega que fue pionera en aplicar técnicas del Ribeiro en O Condado, que dicho sea de paso, es el Ribeiro de la provincia de Pontevedra. ¿Por qué? Porque apenas hay diferencia entre el valle del Miño aguas arriba o aguas abajo de la presa de Frieira. La frontera administrativa entre dos provincias o entre dos denominaciones de origen tienen poco que decir sobre la realidad del territorio.

En el caso de Veiga da Princesa, bodega fundada en 2002 por una familia con mucha tradición vitivinícola en el Ribeiro, hablamos del grupo Pazo do Mar, implantaron en su viñedo de Arbo la técnica de la espaldera, sustituyendo el tradicional sistema de conducción por emparrado que es característico de la mayoría de los viñedos de Rías Baixas y también de Vinho Verde,  en la orilla portuguesa. Hoy lo vemos bastante más extendido, incluso en otras subzonas de Rías Baixas. La espaldera aumenta el soleamiento de los racimos, mejora la aireación y el grado de maduración de la uva, lo que reduce un punto su acidez.
El premio al mejor vino blanco de Galicia no le cae de nuevas a este Albariño monovarietal. Viene precedido por un gran oro el año pasado en el concurso Albariños al Mundo y varias medallas de oro en concursos internacionales, entre ellos el de Bruselas.

Veiga da Princesa es un vino de finca, elaborado exclusivamente con las uvas procedentes del viñedo de 18 hectáreas de la bodega, plantado hace ya más de quince años, un tiempo suficiente para que las cepas comiencen a expresar lo mejor de esta tierra en los vinos que se elaboran a partir de sus uvas. La selección de los racimos y la vinificación a partir de mosto lágrima se encargan del resto. Es un vino del año, joven, fresco, muy equilibrado, con la gracia que le da la acidez de la variedad, aunque moderada, primero porque O Condado no es el Salnés y en segundo lugar por la espaldera. Un vino que mantiene una generosa paleta aromática y resulta elegante en boca.

Te puede interesar