Si están pensando en poner unas buenas centollas en las comidas o cenas de las próximas navidades, éste es el momento de comprar, siempre que no sean muy grandes, porque ésas todavía no están llenas.
Oxímoro, dícese del encuentro de dos términos que son contradictorios. Por ejemplo, agilidad burocrática. Centolla de la ría barata, hace años que es un oxímoron. Pero en esta campaña que acaba de comenzar, parece que hemos vuelto a los buenos tiempos en los que se podía comprar por diez o doce euros el kilo, casi a precio de centolla francesa. La abundancia de capturas en estas primeras jornadas ha pillado por sorpresa a los compradores. El año pasado, en plena sequía y con el mar tranquilo, salían pocas. Tras los temporales de la semana pasada y el mar de fondo que vino después, las capturas están siendo muy buenas en número y en calidad. Tanto es así, que las cifras que ofrecen las lonjas están muy por debajo de las capturas reales. Al ver precios mínimos que llegaron a los seis euros, los marineros prefieren llevárselas de vuelta, mantenerlas en el mar a buen recaudo, y volver cuando los precios suban.
Conclusión: si están pensando en poner unas buenas centollas en las comidas o cenas de las próximas navidades, éste es el momento de comprar, siempre que no sean muy grandes, porque ésas todavía no están llenas. La centolla, cocida con abundante sal y unas hojitas de laurel, una vez enfriada se puede congelar y aguanta muy bien.
