LA REVISTA

Navidad, también es tiempo de viajes

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photo_camera Foto: Gonzalo Belay.

El turismo de proximidad, para hacer compras, visitar un belén, hacer una escapada de fin de semana al que se suman las ofertas de última hora para viajes a capitales con avión y hotel por poco más de 200 euros 

Las tradiciones cambian con el paso del tiempo. Y aunque todavía prevalece el “vuelve a casa por Navidad”, el turismo navideño se ha convertido en uno de los bocados más peleados por mayoristas y agencias de viaje. Fin de semana de compras, viaje de cuatro días a Londres o a Roma, Eurodisney, Fin de año en la nieve… son algunas de las propuestas que cuelgan las agencias de viajes en sus escaparates. 

¿Cómo es el turismo navideño? En Galicia predomina el turismo urbano sobre el rural. Según los datos que maneja la web “Escapada rural”, las casas de turismo rural gallegas están en penúltimo lugar del ranking de uso en estas épocas del año, con algo más del 30 por ciento de ocupación, frente al 73 por ciento del País Vasco, que encabeza el nivel de demanda de estas fechas, aunque cada año se eleva el número de familias que eligen uno de estos establecimientos para celebrar las fiestas, en vez de hacerlo en la casa de uno de ellos.

El calendario de este año, con Navidad y Año nuevo en lunes, prolonga los fines de semana y suma estas fechas a la semana de la Constitución y la Inmaculada como candidatas a escapadas vacacionales, aunque la casuística es diferente de otras épocas del año, como Semana Santa y otros puentes, según comentan desde diferentes agencias de viajes a las que se les ha consultado.

“Las vacaciones navideñas tienen que competir en precio porque es una época en la que hay más gastos familiares, como son, los regalos o la celebración de las propias fiestas, aunque muchas personas tratan de conciliarlo todo y convierten esas vacaciones en una escapada para compras o para hacer turismo de cercanía con sus hijos”.

En esa línea, ciudades como Ourense, Santiago, A Coruña y Vigo buscan captar no solo al viajero de la propia comunidad autónoma, también a los de las vecinas e incluso de Portugal, que se sienten además atraídos por unos precios mucho más contenidos que en su país en artículos como son la alimentación, tecnología, vestido y calzado.

Outlets, rebajas anticipadas, ofertas especiales y una iluminación urbana que en casos como el de Vigo ha llegado a convertirse en noticia de los medios nacionales, buscan atraer a un público cada vez más numeroso que no duda en desplazarse una o dos horas en coche para encontrar mejores ofertas y hacer compras para los regalos e incluso para la propia cena de Nochebuena y comida de Navidad.

La feria de los capones de Vilalba que se celebró ayer en la villa de la Terra Chá, liquidó en poco más de una hora 300 capones que acabarán en mesas de navidad de toda España. Pero muchos recurrieron a la compra fuera de la subasta ferial, yendo directamente a los criadores, que este año sacrificaron cerca de dos mil ejemplares de estas aves.

Los mercados artesanales y mercados navideños pueblan a lo largo de estos días toda la geografía gallega. Los más urbanos se encuentran en Pontevedra, Lugo, A Coruña y Santiago, que se prolongan hasta el día de Reyes. Es la época fuerte de venta de muchos artesanos como los que se instalan en el tradicional O Feito A Man de Vigo, hasta el 5 de enero, en el que es posible comprar, desde unos zapatos hechos a mano por un zapatero de Melide a trabajos en cuero, azabache, plata con fines ornamentales o funcionales.

Belenes

Además de ferias, fiestas e iluminaciones, los belenes constituyen otro de los polos de atracción de viajeros a recorrer kilómetros para conocer algunas de las joyas que en este campo se exhiben en Galicia a lo largo de estas fechas.

El reciente fallecimiento de Arturo Baltar, a sus 93 años, ha vuelto a poner en la cabeza del ranking de los belenes gallegos el que durante 50 años ha representado al mismo tiempo el escenario del nacimiento de Jesús, todas las tradiciones ancestrales de la vida rural gallega.

Y lo hizo con el preciosismo casi puntillista de quien no deja sin hilvanar hasta el último detalle de una escena en la que aparecen prácticamente todos los oficios y todas las estampas de la vida gallega de un pasado que conoció siendo joven y que plasmó con precisión simbólica.

En Begonte, una localidad de la Terra Chá lucense, desde hace cuarenta y cinco años funciona uno de los belenes mecánicos más populares de Galicia, que atrae a más de cuarenta mil visitantes cada año. Tal popularidad alcanzó, que muchos de los que lo conocen ya le llaman al pueblo, Begonte del Belén. Las fiestas de Navidad duran en Begonte casi dos meses, desde que abre sus puertas al público, a principios de diciembre hasta que las cierra a finales de enero.

Las fiestas comienzan con un pregón que ya fue pronunciado a lo largo de estas 46 ediciones por el arzobispo de Santiago, varios presidentes de la Xunta, y que este año correspondió al periodista Alfonso Cabaleiro, gerente de Galicia Calidade. Fuera de estas fechas es también visitable, previa petición de la llave al párroco.

Las figuras se mueven y las condiciones atmosféricas cambian: el día la noche, la lluvia, el sol, la nieve… Pero también evoluciona, incorporando nuevas figuras cada año, siempre en consonancia con el escenario de un paisaje de Belén recreado en la llanura lucense, con sus casas de piedra pizarrosa.

Las más recientes fueron las de su propio creador, el párroco José Rodríguez Varela, y la de un brigadista contra incendios.

Declarado de interés turístico de Galicia, como el de Begonte, el de Valga tiene en su haber el título de ser el belén mecánico más grande de Galicia, con un escenario de 400 metros cuadrados. Aunque, puestos a medir tamaños, el más grande de todos es el de Viveiro, porque utiliza figuras a tamaño natural.

Portugal

Pero del mismo modo que son miles los portugueses que cruzan las fronteras en Verín, Xinzo, Lobios, Arbo, Salvaterra y Tui, procedentes de Chaves, Montalegre, Arcos de Valdevez, Melgaço, Monçao y Valença, esas localidades se convierten también en destino de muchos gallegos que cruzan el Miño y la raya para hacer parte de sus compras navideñas. En el viaje hacia el sur, las preferencias son los textiles.

Desde los ya confeccionados para el ajuar doméstico –sábanas, toallas, mantelerías– hasta las piezas sin elaborar de lino que tienen en nuestro país vecino precios notablemente más bajos que aquí, con un alto nivel de calidad. El otro atractivo de la escapada de compras a Portugal se encuentra en los anticuarios, con Chaves a la cabeza por el número de establecimientos que se dedican a esta actividad, y en los muebles nuevos.

Vuelo y hoteles a precio de cena

Pasadas las fiestas de este próximo fin de semana, los viajes se prolongan en el tiempo, en la distancia y también en el presupuesto. “Muchas parejas y familias que ya pasaban la noche de fin de año en un hotel, han cambiado esa opción por un viaje de cuatro días y al final les sale casi por el mismo precio”, explica la empleada de una agencia de viajes de Ourense.

Y lo cierto es que mientras los precios de las cenas de fin de año en hoteles de cuatro y cinco estrellas en un radio de dos horas de viaje desde Ourense arrancan a partir de los doscientos euros por persona, los portales de turismo más activos ofrecen escapadas a Roma, París, Lisboa y Londres, con vuelos y hoteles en régimen de alojamiento y desayuno incluido a partir de 204 euros en el caso de la capital italiana y de 220 en el de la británica.

“Estamos en la temporada más baja desde el punto de vista hotelero”, justifica un portavoz de una agencia de viajes vinculada a una cadena de centros comerciales, “de hecho, muchos establecimientos aprovechan esta demanda que resurge tras la crisis poder capear una época en la que hay hoteles que prefieren cerrar sus puertas y dar vacaciones al personal”.

La temporada baja también se nota en destinos como Eurodisney, que oferta paquetes, a partir del 1 de enero, con todo gratis para los meores de 12 años, siempr e que vayan acompañados con al menos un adulto, claro.

Quienes lo tienen más difícil son los amantes de la nieve. La sequía y la ola de calor prolongada hasta prácticamente los últimos días del otoño han dejado Cabeza de Manzaneda a la espera de que se conjuguen a un tiempo, lluvia y frío suficiente como para que las precipitaciones sean en forma de nieve.

En España, con el invierno recién entrado en el calendario hay ocho estaciones de esquí abiertas, desde La Rioja a Pirineos, pasando por Sierra Nevada, alguna de ellas con más de 150 kilómetros de nieve en sus pistas. 

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