Muy cerca de una de las puertas de entrada al Parque Nacional Peneda-Gerês, la Porta do Mezio, se encuentra Soajo. Se puede llegar desde Ourense por la carretera de Bande a Lindoso
Muy cerca de una de las puertas de entrada al Parque Nacional Peneda-Gerês, la Porta do Mezio, se encuentra Soajo. Se puede llegar desde Ourense por la carretera de Bande a Lindoso, desviarse por la pequeña carretera que va a la antigua central eléctrica de Lindoso y, desde ahí, tras cruzar el Limia, ya resulta rápido y fácil llegar a Soajo, una aldea de montaña con numerosos restaurantes. Saber ao Borralho tiene un pequeño y cálido comedor. Algo que se agradece en estos días de frío invernal. La chimenea encendida aporta no solo calor sino también un ambiente extraordinariamente acogedor. Uno piensa en Portugal e inmediatamente le viene a la mente pedir bacalao. Pero en esta tierra montañosa y carnívora, la cocina del restaurante se surte de tan buenas viandas locales que se puede y se debe de variar el menú. El cocido es todo un mundo de sabores, con la presencia de los embutidos típicos de los fumeiros miñotos, diferentes de los nuestros. Para comer el cabrito de montaña hay que encargar, un aspecto que es casi obligatorio en estas épocas del año, porque con un aforo tan limitado se llena fácilmente y hay muchos grupos practicando deportes y correrías por sus senderos cercanos.
Sus carnes autóctonas están casi siempre en la carta. Si no es cachena es barrosá, pero hay para elegir, desde la posta, a un asado con sus patatitas que levanta un muerto.
Los postres son caseros, dulces para los que siempre hay que dejar un hueco, con sus tartas de frutos del bosque o sus charutos de ovos moles.
En fin, un viaje que ya solo por este restaurante merece la pena. Buena cocina, excelente servicio, un precio razonable y un ambiente totalmente de montaña.
COCINA... NOTABLE
SERVICIO... NOTABLE
AMBIENTE... EXCELENTE
