CRÍTICA

'Passengers': una fallida mezcla de géneros

La película falla en un guión hueco y sin rumbo que solo salvan en parte Lawrence y Pratt

Passengers es la nueva propuesta cinematográfica de Morten Tyldum (autor de The Imitation Game) que a priori estaba destinada a ser una de las apuestas más importantes de la ciencia ficción de los últimos tiempos. El género de la ciencia ficción está viviendo en los últimos tiempos un renacer con películas como “Interstellar” (2014), “Moon” (2009), “Gravity” (2013) o “The Martian” (2015).

Una nave espacial que viaja a un lejano planeta colonizado, y que transporta a miles de personas, sufre un problema en una de las vainas en la que duerme un pasajero. Esto provoca que un solo hombre despierte sesenta años antes de lo previsto, teniendo que enfrentarse a la realidad de envejecer y morir totalmente solo, rodeado de gente que se mantiene dormida hasta llegar al destino. Por lo que decide de manera impulsiva despertar a una segunda pasajera para contar con compañía durante la larga travesía.
Lo que se antojaba un punto de partida interesante deviene en una cinta vacía a causa de un guión hueco y sin sustancia. El director se equivoca el rumbo puesto que teniendo en cuenta que ambos personajes están abocados a un negro destino y a una soledad eterna, se apuesta por un tono demasiado ligero y hasta con humor que no encaja con el planteamiento inicial ni con el contexto en el que se desarrolla.

El director ha tratado de mezclar generos. Aventura, ciencia ficción, romance para pergeñar una obra que no es una cosa ni otra.
Los diálogos carecen totalmente de interés y la película se deshace como un azucarillo ante los ojos del espectador que espera algo más que nunca llega.
Lo único salvable de la cinta es la presencia de Jennifer Lawrence y Chris Pratt que defiende con corrección sus personajes, que ya es bastante y unos efectos especiales que cumplen su cometido.

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