entrevista

Patricia Ferreira, moda personal

1_LAN9976_result
photo_camera La diseñadora Patricia Ferreira en su taller de moda.

Diseña y confecciona desde Galicia prendas que se ponen mujeres de todo el mundo, mujeres que buscan una moda distinta, más personal

Creó su propia marca, Mekkdes, en 2011, mientras estudiaba diseño en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona. Patricia Ferreira (Vigo, 1990) reivindica con la calidad de sus tejidos y sus diseños desenfadados, un estilo que no encaja con una edad concreta, sino con una manera de pensar, de vivir, independiente de las modas del momento. Habla de su trabajo y de su equipo con una gran pasión, la de quien tenía claro desde siempre cuál iba a ser su vocación y su destino.

¿Habías pensado en el mundo del diseño como tu futuro?

A mí siempre me gustó el mundo de la moda. Desde pequeña, me dibujaba mis zapatillas, a mis amigos les regalaba camisetas personalizadas, que compraba y luego customizaba.

Cuando terminé el bachillerato, empecé a estudiar ADE, con la idea de introducirme luego en el mundo de la empresa, pero dentro del sector de la  moda. O bien crear una empresa de moda o trabajar para una... pero cuando estaba en segundo de carrera me di cuenta que aquello no era lo mío.

Yo quería estudiar algo en lo que dé el cien por cien de mí desde que me levanto hasta que me acuesto. Sí, me gustaba ADE, al fin y al cabo viví el mundo de la empresa desde pequeña por las empresas de mis padres, pero comprendí que la moda me tiraba mucho más. Entonces me fui a estudiar una carrera de diseño de moda a Barcelona.

Y ahí te encontraste en tu medio.

Sí, porque no te enseñan solo a ser diseñador, sino que estudias todo lo que tiene que ver con el mundo del diseño de moda, desde patronaje, producción, marketing, fotografía… te dan una visión global que es importante y que yo creo que falla mucho en la gente que estudia un curso de diseño de unos meses.

De tal manera que cuando hago el dibujo de una prenda sé si es viable a nivel de patronaje, qué tipo de tejidos son los adecuados, si va a ser viable su confección, si va a quedar bien en foto… en fin que te aporta unos conocimientos y una formación que luego, a la hora de querer materializar tus ideas te apoyan mucho.

Tus estudios en Barcelona, ¿te abrieron puertas?

Mi trabajo de final de carrera recibió un premio, y además, me seleccionaron en Modafad, para desfilar con mi colección, junto con los mejores diseñadores emergentes, en dos ocasiones en la pasarela 080, la segunda de ellas ya solo éramos dos diseñadores. Y al día siguiente de terminar mis estudios ya tenía una entrevista de trabajo en Inditex y tenía otras ofertas.

¿Y qué hiciste?

Yo ya había empezado con mi marca cuando estaba en segundo. Sin embargo me parecía muy interesante trabajar al principio en una empresa de moda. El problema que se planteaba, por ejemplo con Inditex, era que querían un trabajo en exclusiva y eso excluía, especialmente, que tuvieras tu propia marca. Tenía que renunciar a lo mío y no estaba dispuesta.

¿Por qué Mekkdes?

Es un nombre etíope, el de mi ahijada. Cuando era pequeña se quejaba de que nadie se llamaba como ella. “Yo no quiero tener un nombre raro, quiero tener un nombre normal”, Yo le decía: “Tu tranquila, que algún día tu nombre lo conocerá la gente y ya no te parecerá raro”. En ese momento estaba pensando en qué nombre darle a la marca, quería que fuese diferente, porque en definitiva era de lo que se trataba mi trabajo de diseño: ediciones limitadas, que se escapan de las líneas convencionales. Ella me parecía especial y única y lo vi claro.

¿Qué pensamiento hay detrás de Mekkdes?

Lo que hay es una respuesta a la necesidad que a mí se me planteó, al ver que en el mercado no había ese tipo de prendas que son diferentes, a la vez exclusivas y que no estén a un precio desorbitado. Porque hasta que nosotros llegamos, si querías exclusividad tenías que pagar los precios de una marca de lujo. Yo buscaba ir diferente  y a un precio asequible. Y pensé que como yo habría más gente.

 Cuando diseñas, ¿piensas en una edad? ¿En un tipo de mujer?

Yo pienso en una gama de prendas que van desde líneas más serias a otras más sport, pero que te valen para todos los días. Para ir a trabajar, a una cena o a una boda. No pienso en una edad. Tampoco en chicas de pasarela.

Pienso en chicas o en mujeres de hoy en día, desenfadadas. No es una cuestión de edad, porque tenemos clientas de veinte a setenta años, es un perfil de mujer. 

¿Y hombre?

Hemos empezado ahora, y aunque todavía no está lanzado, no comenzamos a comunicarlo ya existe una demanda, en buena parte gracias a personas como el cantante Pablo López, que lleva nuestra ropa a sus conciertos o David Amor. El boca a boca funciona mucho.

¿Y las redes sociales?

Son fundamentales. Nosotros vendemos mucho a través de nuestra tienda online. Vendemos a todo el mundo. Y eso es posible gracias a las redes sociales. Ahora también tenemos una tienda física en Vigo, que está muy bien porque es una forma de poder percibir, tocar, la calidad de nuestras prendas. Pero la mayor proyección internacional la hemos conseguido gracias a las redes sociales.

Foto pag 2 entrevista_result

El hecho de tener tu propio taller, ¿te aporta ventajas?

Nos aporta una ventaja competitiva muy importante. Tenemos un amplio catálogo que va desde una camiseta a un vestido para una boda. Incluso podemos hacer ropa a medida, y eso no sería posible si no tuviésemos un taller propio.

Es cierto, tiene muchos riesgos económicos, porque tienes unos costes generales mayores, mientras que las marcas que externalizan su producción pagan un precio por prenda confeccionada. Pero me da una libertad que eso también se traduce en nuestras colecciones cápsula y en la respuesta a nuestros clientes.

¿Qué es una colección cápsula?

Antes se hacían dos colecciones o cuatro al año. Las colecciones cápsula son capsulas de novedades que se lanzan mes a mes, de manera que siempre haya novedades.

¿Y tus proveedores?

Es una parte muy importante de todo el proceso y van en esa línea de calidad que nosotros buscamos aportar al diseño. Tenemos los mejores proveedores, la mayoría españoles. Hay alguno   extranjero, por ejemplo, el algodón es portugués, porque para mí es el mejor del mundo.

Pero siempre son europeos. Hay mucha diferencia entre trabajar aquí o hacerlo en China. Prefiero ganar menos dinero pero estar satisfecha con una calidad que hace que nuestra ropa pueda ser fondo de armario, y dure muchas temporadas. Yo diseño pensando en las tendencias, pero no en esa moda de consumo rápido.

 

Te puede interesar