LA REVISTA

Peñíscola, ciudad de mar y de moda

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photo_camera Peñíscola.

En la ciudad, bañada por el mar, se respira el pasado medieval

Peñíscola es uno de los principales centros turísticos de la provincia de Castellón.
El castillo, anclado en el mar sobre un gran montículo, ayuda a reconstruir el pasado de caballeros y fortalezas almenadas que ocuparon las tierras del Maestrazgo. El Papa Benedicto XIII, apodado Papa Luna, lo eligió para recluirse y luchar por la unidad de la Iglesia Católica. Declarado monumento Histórico-Artístico en 1931, está emplazado en la zona más elevada del peñón, a 64 metros sobre el nivel del mar, con un perímetro de 230 metros.

El Castillo, construido por Los Templarios sobre restos de una antigua alcazaba árabe, sufrió pequeñas reformas bajo el mandato de Benedicto XIII transformándolo en palacio papal.
La fábrica de los muros es de piedra labrada y todas las dependencias se cubren con bóvedas de cañón que arrancan de impostas muy simples formadas por un cordón moldurado.

Destaca en todo su conjunto la sobriedad y solidez de su construcción tanto en las estancias templarias como en las estratégicas e intrincadas dependencias pontificias.

A pesar de las modificaciones introducidas por Felipe II para artillar la fortaleza y de los bombardeos sufridos en las numerosas guerras y asedios no se ha visto sustancialmente alterada la conformación del castillo.

El patio de Armas es un delicioso balcón para admirar el Mediterráneo, y la torre del Homenaje una plataforma perfecta para contemplar la panorámica de la costa. En primavera y verano este recinto amurallado acoge un festival de cine de comedia española y un festival de música antigua y barroca.
Destaca y sorprende el bufadó, una brecha en la roca de 7 metros de longitud, que comunica con el mar; es un verdadero espectáculo contemplarlo los días de temporal, cuando el mar retumba por sus cavidades y salen con furia por él columnas de agua marina y espuma. 

Otro punto interesante es el museo de la mar que, antiguamente, era un colegio de niñas (1912). Este edificio, es conocido como “les costures” ayuda a conservar y difundir el patrimonio cultural y la tradición marinera de Peñíscola. Se estructura en tres secciones: la histórico-arqueológica, la de pesca y la de fauna marina y en su interior podremos encontrar objetos de origen marinero, maquetas de embarcaciones, artes de pesca, y, al final del museo, un pequeño acuario.

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