Si observamos un modelo de ‘Reformer’, pronto deduciremos su curioso origen. Es una estructura de baja altura, compuesta por una plataforma acolchada y móvil que se desplaza sobre unos railes
Hace unos cuantos meses escribimos en esta página sobre el Método Pilates, al cual deberíamos denominar ‘Contrología’, para ser más precisos. Intentamos, además, desmentir mitos sin fundamento sobre sus virtudes, que son muchas pero no todas las posibles.
El Método se puede desarrollar sobre una simple colchoneta, o con una amplia gama de elementos y aparatos que podríamos dividir entre clásicos -los elaborados por el propio Joseph Pilates- y los modernos -creados tras la muerte de éste- adaptados al sistema por sus sucesores u otros profesionales.
En este artículo nos centraremos en uno de los inventados por el señor Pilates, el ‘Reformer’.
De cama a máquina
Si observamos un modelo de ‘Reformer’, pronto deduciremos su curioso origen. Es una estructura de baja altura, compuesta por una plataforma acolchada y móvil que se desplaza sobre unos railes.
Sobre esa plataforma se colocará el practicante, quien moverá la plataforma con más o menos dificultad según una resistencia regulable con muelles.
Sí, unos muelles como los de las camas antiguas. Porque el señor Pilates estuvo durante la I Guerra Mundial recluido, por su origen germano, en un hospital británico en la célebre Isla de Man. Allí logró unos notables resultados terapeúticos en la rehabilitación de heridos, utilizando los armazones de los lechos de los pacientes. Una simple cama fue el embrión de su aparato más popular.
Ventajas con respecto a la colchoneta
Perfeccionado y comercializado, el ‘Reformer’ es hoy uno de los imprescindibles para cumplir los objetivos de su pionero: “Desarrollar el cuerpo de manera uniforme, corregir malas posturas, restaurar la vitalidad, activar la mente y elevar el espíritu”.
Sus ventajas con respecto a la colchoneta son su amenidad, comodidad, seguridad, variedad de ejercicios y graduación de intensidad del esfuerzo.
Claro está, los beneficios dependerán en gran medida de la formación, criterio y experiencia del entrenador, así como de la calidad del material. Insistimos, exija titulación y profesionalidad. Comprobará cuantas cosas se pueden realizar sobre una cama.
