Entrevista

Regreso al origen

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photo_camera Adriana Domínguez.

Su llegada al frente Adolfo Domínguez supuso un cambio de ciclo, el regreso al crecimiento de una de las marcas icono de Galicia

Su fondo intelectual es mucho mayor que su fondo de armario. Habla cinco idiomas, licenciada en ciencias empresariales internacionales por ICADE y CESEM (Francia), estudió interpretación en la misma escuela que Scarlett Johansson, Christoph Waltz y Robert de Niro, con quien compartió reparto en El puente de San Luis rey, una de las cinco películas en las que participó como actriz.

1. Artes, empresa... parecen dos caminos divergentes.

En esta empresa coinciden los dos, empresa y creatividad. Yo estudié empresariales primero y luego cine. Y la verdad es que todo eso se transformó en comunicación, en moda, con lo cual sí que tienen bastante relación. La moda no se basa en una arte abstracta y tiene bastante de negocio.

2. esa experiencia cinematográfica ¿es aplicable ahora?

El mundo de la moda es un mundo muy creativo, tiene mucho de tendencia, de satisfacer el deseo de la gente, con lo cual sí que enlaza mucho con esa parte más creativa. Por otra parte, tanto durante mis estudios como durante mi etapa de ocho años como actriz viví en muchas ciudades y aprendes mucho más viviendo en distintos lugares del mundo que visitándolos. Y eso también te ayuda a comprender la moda como fenómeno internacional.

3. Además de la formación, ¿qué peso tiene la influencia de la familia?

Yo creo que la familia influye muchísimo. A mí me ha influído mucho en la ética del trabajo tando de mis padres como de mi abuela. Yo me considero parte de una tercera generación porque esto esta montado a partir de la estructura y del esfuerzo de mis abuelos. Y hay mucho conocimiento que se transmite, no solo por lo que uno estudia sino también por lo que vive en su casa.

Y mi padre es un hombre muy creativo, un pensador, un filósofo y siempre nos inculcó en desarrollar nuestras aptitudes intelectuales, nos inculcó la lectura, el dibujo, teníamos clases de dibujo desde pequeñas. Fue una educación muy esmerada y también muy enfocada a lo que estoy haciendo ahora.

4. En la década de 1980 Adolfo domínguez era una marca vanguardista ¿sigue siendo así?

Cualquier marca que como nosotros lleve cuarenta años, muchas veces lo que en su momento fue vanguardista hoy son nuestros iconos. Por ejemplo, nuestros cuellos chimenea, las alpacas, los cuellos mao de lino... tenemos muchas piezas que en su momento fueron vanguardistas y hoy son iconos y la gente que las busca sabe que las encuentra con nosotros. Y eso es muy importante en un sector como el nuestro en el que hay tanta competencia, tener un sonido propio. Por eso es tan importente poner el foco en ser una marca de autor porque lo que nos diferencia es que somos diferentes.

5. Tu primera etapa en Adolfo Domínguez fue en el mundo de los perfumes, ¿qué te llevó hasta ellos?

A veces, y esto ocurre especialmente cuando una empresa es de origen familiar como la nuestra,  los movimientos dentro pueden parecer extraños. Yo veía a mis padres con los frascos de los perfumes, comenzaba a olerlos y ahí me percaté de que tenía un sentido especial para identificar los distintos ingredientes de los perfumes. Es verdad que la nariz se educa, pero hay gente que tiene mucho más olfato que otra. Y el perfume tiene un sentido especial que va más allá de su propia formulación y elaboración. El perfume es como una emanación de nosotros, una forma de seducción.

6. ¿Beneficia el mundo digital a marcas como la vuestra?

La comunicación es muy importante en la moda y el mundo digital facilita esa comunicación porque te permite tener un diálogo directo con el cliente. Nosotros le ponemos mucho mimo a todos los contenidos y cuando empiezas a hacer algo distinto en las redes sociales la respuesta escala exponencialmente y eso luego se traduce en más personas en nuestras tiendas y más ventas.

7. ¿Crees que el e-comerce terminará relegando las tiendas físicas a un segundo plano?

Creo que va a haber cambios en las pautas de compra y las tiendas físicas van a convertirse en centros de experiencia, donde vas a tomar contacto con los valores de la marca, ver algo de producto, como sucede con Apple. Pero todavía es muy pronto para eso. Nosotros vendemos un cinco por ciento de nuestra facturación a través de E-comerce y un 95 en las tiendas físicas. Que conste que ha habido un crecimiento importante en el último año, de un 22,1 por ciento y todo desde que el equipo de e-comerce está aquí en Ourense.

8. ¿esa vuelta a ourense tiene un sentido estratégico?

Yo creo que es importante que esa actividad esté aquí con el resto de las cosas de la compañía, porque forma parte del proyecto, volver a concentrarse en el origen, en esta ciudad. Y además, los crecimeintos que mencionaba antes de e-comerce los hemos conseguido con el equipo de aquí, porque salvo una diseñadora gráfica el resto del equipo, que son 25 personas, son de aquí. Y a mí me parece especialmente importante porque es un empleo de perfil joven, con lo que ello representa para un sector de la población que lo tiene bastante difícil.

9. ¿Cuál es el papel de la mujer en Adolfo Domínguez como empresa?

En general, en el textil, hay mucho protagonismo femenino en las plantillas de las empresas. En la nuestra representamos el 83 por ciento de la plantilla, el 58 por ciento del equipo directivo y el 48 por ciento del consejo de administración. Así que podemos decir que no existe una brecha de género.

10. ¿hay un perfil específico de cliente, una generación, una clase social?

Para mí, Adolfo Domínguez es una marca multigeneracional. A mi me gusta pensar que podemos vestir a una galerista maravillosa de 68 años y a una persona de 28 que acaba de empezar a trabajar. Sí que somos una marca de madurez, del mundo del trabajo, somos los informales de la formalidad, con ropa más cómoda, más fluida... no es ropa para estar tirados en el sillón.

Y también somos multigeneracionales dentro de la empresa, tenemos diseñadoras muy jovencitas y otros que llevan muchos años en la casa y eso enriquece mucho porque la gente joven aporta innovación y los veteranos una sabiduría que son insustituibles. Es lo mejor de los dos mundos.

Nuestra ropa es una moda más atemporal, que te sienta bien porque se cuidan muchos los tejidos,  dura más, porque está muy bien confeccionada y te permite tenerla incluso como fondo de armario. Cada prenda termina convirtiéndose casi en un amigo.

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