El Restaurante Sábrego, en la localidad de Santo André, es acogedor y con un cuidado que mima hasta el detalle
Casal de Armán es, además de una de las bodegas más emblemáticas de Galicia, un centro de enoturismo. Yo diría que el centro de enoturismo por excelencia del Ribeiro. Casa de Turismo Rural, bodega y un restaurante, Sábrego, con capacidad para 60 comensales en dos coquetos y muy acogedores comedores. El conjunto es un ejemplo de buen gusto y el cuidado por el detalle. Había estado allí en varias ocasiones y había comido también otras veces, pero no desde que abrieron el restaurante a la carta, cosa que sucedió hace casi un año.
La suya es una carta de temporada y haciendo justicia a estos cálidos y soleados días de finales de octubre, siguen manteniendo todavía la de verano, con una docena de entradas y platos para compartir y otras tantas propuestas de platos principales a base de carnes y pescados.
Ese gusto por el detalle de la decoración, también se transmite en la mesa. El surtido de panes, incluido uno delicioso de harina de castañas con nueces y pasas, los aceites o las sales, y unos platos trabajados a conciencia, tanto en lo que a materia prima se refiere, elaboración y especialmente en su composición estética.
Me encantó la lasaña crujiente de pato, trufa y cilantro. Una exquisita manera de comenzar una comida. Disfruté mucho, también con el cochinillo prensado con crema de manzana y verduras. Huelga decir que cuenta con una generosa carta de vinos y entre ellos, algunos de la bodega que solo se disfrutan aquí.
En resumen, el equipo de cocina cumple más allá de la llamada del deber, desde las entradas hasta el postre, en un magnífico espacio. No es cocina de bodega, sino un restaurante excelente y con una relación calidad/precio sorprendente.
