Estamos en plena vendimia y ¿qué mejor momento para comer uvas?
Las uvas nos acompañan desde el alba de los tiempos y antes que para elaborar vino fueron un alimento energético y saludable. Ahora también nos acompañan todo el año. Las fruterías se han convertido en un mostrador de la globalización, por eso hay que mirar bien el origen de cada producto. Las uvas nacionales llegan con el verano ya bastante avanzado, aunque este año se adelantaron. Son más carnosas y grandes que las uvas de vinificar, sus racimos más vistosos y prima su dulce sabor, especialmente en las blancas. Hay al menos una docena de variedades, cada cual con sus características peculiares. La Italiana junto con la Moscatel son las reinas de las blancas en esta época, y la Aledo, de maduración tardía se reserva con mucho mimo para el invierno y es la protagonista de la tradicional ceremonia de las doce uvas de fin de año. Bajo nivel en sodio, bueno en potasio, posee propiedades antioxidantes y, eso sí, uno de los más altos contenidos en azúcares de las frutas que podemos encontrar en nuestro entorno. De ahí que se aconseje la moderación, salvo que estemos dedicados a un ritmo de vida de mucho gasto calórico, lo que no suele ser el caso de la mayoría de los mortales de este lado del mundo. Estamos en plena vendimia y ¿qué mejor momento para comer uvas?
