DENOMINACIONES

Vilerma, un tinto que reivindica la historia del Ribeiro

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Con treinta años en el mercado forma parte de esa media docena de marcas que han mantenido con solidez la calidad y el valor de la denominación de origen incluso en épocas muy poco propicias, que las hubo, afortunadamente hace ya muchos años

Treinta años se cumplen desde que Arsenio Paz cosechó la primera vendimia de A Vilerma, la finca que da nombre a su casa en Gomariz y a la bodega desde la que se convirtió en uno de los pioneros de la nueva viticultura del Ribeiro. 

En aquella primera añada sacó adelante una cosecha de mil litros de vino blanco. El tinto llegó poco después y aunque comenzó siendo una anécdota, era una de sus aspiraciones: elaborar un Ribeiro como los que hicieron de esta región vinícola un territorio de prestigio para los vinos europeos durante muchos siglos.

En la actualidad, elabora en torno a los cincuenta o sesenta mil litros de blanco y algo más de cinco mil litros de tinto. El Vilerma blanco es sobradamente conocido. Con treinta años en el mercado forma parte de esa media docena de marcas que han mantenido con solidez la calidad y el valor de la denominación de origen incluso en épocas muy poco propicias, que las hubo, afortunadamente hace ya muchos años.

El tinto es una rareza histórica, protagonizada por uvas como la Caíño tinta y la Brancellao. Un vino que no pasa por la crianza en barrica y sin embargo se manifiesta muy bien equilibrado y estructurado, ligero, cálido, suave, con la astringencia justa que cosquillea en la lengua y una grata sensación ambientada por unos aromas de gran carácter frutal.

En el viñedo de siete hectáreas, poco a poco esas variedades tintas fueron adquiriendo más presencia, aun siendo realmente minoritaria. Hoy ya son cepas treintañeras y eso repercute muy positivamente en la calidad del vino. Como lo hace la cueva de fresca y estable temperatura en la que sus vinos se hacen y se crían en los depósitos de acero inoxidable. 

Vilerma no es una bodega de colleiteiro, porque su producción excede el límite máximo que fija el consejo regulador para esa tipología de instalaciones. Pero su filosofía es la de un colleiteiro, que lleva a la bodega solo las uvas que proceden de su propio viñedo.

Un tinto pionero, como su promotor, que ya ha creado escuela, demostrando cuán grandes pueden ser los tintos del Ribeiro. 

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