BUENOS HÁBITOS

La voluntad, esa poderosa arma de creación masiva

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En ocasiones se confunde con la motivación. La diferencia es que la voluntad es una convicción íntima que se revela en los peores momentos, sin necesidad de que otros impriman el empujón necesario

Existe una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad o la energía atómica, la voluntad”.  El famoso científico Albert Einstein nos legó, además de sus conocimientos, frases maravillosas.
la Voluntad, esa magnífica cualidad humana que no se compra en farmacias. Bien dirigida y empleada, nos abre muchas puertas en el ámbito profesional y confiere nuestra mejor versión, física y mental.

En ocasiones se confunde con la motivación. La diferencia es que la voluntad es una convicción íntima que se revela en los peores momentos, sin necesidad de que otros impriman el empujón necesario.
 
LA EUFORIA QUE DURA UNAS SEMANAS
En nuestra profesión es común encontrarnos con principiantes que pretenden entrenarse todas las horas de todos los días. Un afán que, en el mejor de los casos, no supera las dos primeras semanas. Su ritmo de vida real pronto les marca los límites. 
Por ello, siempre recomendamos al cliente que quiera lograr sus objetivos incorporar el ejercicio físico como un hábito más en su vida cotidiana. Una actividad a la que destine un tiempo que realmente pueda disponer, ya que en las primeras semanas uno suele estar anestesiado por la euforia del cambio, más que por los beneficios del ejercicio físico, y se impone un ritmo imposible de combinar con  sus obligaciones laborales, familiares o sociales.
De esta forma, a algunos casi es necesario sacarlos a patadas de la Sala de Fitness. Como lo lee. Nada les resulta suficiente durante los primeros días.

LA PRUEBA MÁS DIFÍCIL
A todos ellos les recomendamos que guarden las fuerzas para la verdadera prueba. La de mantener la frecuencia semanal superando el clima,  el sueño, el ritmo laboral y familiar, la apatía, los compromisos sociales... Difícil abstraerse de tantos factores.
Sí, existe una parte del éxito que corresponde al entrenador. La de motivar y plantear sesiones tan amenas como efectivas, proponiendo al cliente contínuos retos. Pero, no se engañen, hay una fuerza motriz más importante, que ningún entrenador puede convertir en energía si el cliente no presiona el botón de encendido. Se llama voluntad.

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