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Vuelta al pasado en una guerra marcada por la habilidad online

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“Call of Duty: WW II” intensifica los modos multijugador con micropagos y descargas 

La saga Call of Duty vuelve un año más a consolas y PC con un título que, en principio, retoma el componente histórico con el que se inició en 2003, dejando de lado las batallas futuristas que han marcado sus dos últimos años.

El juego, en su modo Campaña, cuenta la vida militar de un joven recluta de la Primera División de Infantería de los EE. UU. que participa en su primer combate el Día D. Tras sobrevivir a las playas de Normandía, tu pelotón luchará para abrirse camino a través de Europa, participando en batallas emblemáticas como la del bosque de Hürtgen y la de las Ardenas con el objetivo de llegar a Alemania.

El peso de este modo de juego es, como viene siendo habitual, secundario, ya que desde hace una década el modo online es la gran baza de los Call of Duty. El multijugador de WWII supone la vuelta a las raíces en la Segunda Guerra Mundial y a los combates que caracterizan la franquicia. La acción frenética y desenfrenada con un equipo y arsenal de armas emblemáticos dejan un cierto sabor agridulce cuando el jugador se encuentra con la falta de desafios comparada con otras entregas. A esta situación hay que sumarle algo cada vez más habitual en los videojuegos: las cajas de “loot” (armas y accesorios aleatorios), los pases de temporada y los micropagos, haciendo de la experiencia una especie de casino a la espera de tener mejores accesorios o pagar dinero real para conseguir mejores resultados y seguir siendo competitivo.

Aún así, Call of Duty: WWII es un juego extremadamente divertido, completo y con una duración en el modo online de meses, con una capacidad de seguir enganchando a millones de jugadores de todo el mundo.

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