La joven taekwondista ourensana rozó la medalla en el Europeo poco después de participar en el Mundial
En agosto viajó a Egipto para disputar un Mundial. Mes y medio más tarde puso rumbo a Hungría para competir en un Europeo. Y todo con 13 años. La taekwondista ourensana Ainhoa García exporta talento desde el Centro Deportivo Couto. Lo hace con lo pies en el suelo y trabajando duro. La mejor fórmula. Disfruta con lo que hace y eso la dejó a las puertas de una medalla continental.
"Vine contenta pero con un sabor agridulce por tener cerca la medalla. Me pudieron los nervios y perdí ante una rival a la que había ganado poco antes en una competición en Polonia", destaca la joven.
Las experiencias no se las quita nadie. Tratar de tu a tu a las mejores del mundo porque ella está a ese nivel. "Tiene un gran talento y además lo completa con trabajo y constancia. El apoyo de su familia es fundamental y ahora conseguimos que entrene con un grupo de 8 o 9 deportistas cadetes de nivel, que le permite mejorar", señala su técnico, Tito González.
En las citas internacionales compartió tatami con rivales que tienen un año más de edad. "Esto se nota porque en estas edades sí hay diferencia. Esta temporada vuelvo a competir en cadetes mientras que varias de las favoritas pasan a júnior", analiza la ourensana.
Sin embargo sí que habrá cambios en su campaña. Ainhoa cambiará de peso y subirá hasta los 55 kilos. El proceso de adaptación va por buen camino. Este pasado fin de semana compitió ( y ganó) en Ribeira. Ahora toca volver a hacer el camino: liderar el ránking gallego, acudir al Nacional y ganarse allí el billete para cruzar la frontera.
Acumular experiencias
Porque cuando viaja, además de competir, se lleva más cosas en su equipaje. "No nos dio tiempo a ver mucho de las ciudades en las que estuvimos. Solo el último día en Egipto. Pero sí disfrutas de la convivencia con los otros deportistas durante los torneos", destaca la ourensana. Cerca, sus padres. Cuadrando las vacaciones para acompañar a Ainhoa."Siempre ayuda mirar a la grada y verlos".
Y es que la familia fue clave para aficionarse al taekwondo. "Mi hermana empezó a practicarlo unos años antes y yo, con tres años, me colaba en la sala para ver. Aún no tenía la edad para empezar, pero cuando pude... Hasta ahora", recuerda Ainhoa García.
El camino continúa. Empieza una nueva temporada. Tras Ribeira llegará el Eixo Atlántico en Vilanova de Gaia. Después Pontevedra o el Nacional de clubes de diciembre. Pasos obligados para seguir demostrando su talento. Y todo apunta a que puede hacerlo.
Campeonato con sabor agridulce
Pasados los días, deportista y entrenador valoran muy positivamente su participación en el Europeo cadete. No es para menos. Sin embargo, quedarse a las puertas de la medalla ante un rival a la que ya supo ganar, hace que todavía tenga una espina clavada.
Deporte y convivencia
Las competiciones internacionales van más allá que la acción del tatami. El grupo español mantiene una buena relación y Ainhoa García disfruta de las convivencias y de los lazos de amistad que se crean. Por ejemplo, con la campeona del Mundo Cheyenne Brito.
