la competición tuvo dos modalidades: el trail individual y por relevos, con cerca de 130 participantes, a lo que hay que añadir una andaina por la zona
El Castro Trail de Barbadás se lució el domingo. Dejando atrás el aguacero del 2016, el año de su estreno, los participantes de la segunda edición transcurrió bajo el sol, en una mañana ideal para la practica del deporto. Cerca de 150 atletas cumplieron con el recorrido en las diferentes modalidades: trail y trail por relevos, a los que hay que añadir los que quisieron formar parte de la jornada festiva tomando parte de la andaina.
Por un lado el trail, con un recorrido de 23 kilómetros para las categorías sénior (de 18 a 45 años) y veteranos (de más de 46) tanto en el cuadro masculino como en el femenino. Se enfrentaron a un desnivel acumulado de 700 metros.
Además, se pudo tomar parte del trail por relevos y cubrir el primer atleta 11 kilómetros y el segundo 12, por el mismo recorrido. Sin olvidar a aquellos que no buscaron tanta exigencia. Para ellos la opción de la andaina fue la opción más adecuada. Un total de 16 kilómetros por la misma zona.
En la categoría reina, el trail, Elpidio Gómez fue el ganador tras cubrir la distancia en 1:40:41. Fue el mejor y lo demuestran los casi 9 minutos que sacó a su más inmediato perseguidor, Luis Carballo. Cerró la clasificación en los puestos de honor Federico Losada.
En los relevos, el equipo de Os Bárbaros formado por la dupla Estévez-Rodríguez finalizó en la primera posición parando el crono en 1:44:38. Por detrás, Safir, con la pareja López y Casado en los relevos, y el Trail, con Feijóo y García cerrando los puestos de privilegio. Fueron un total de 18 parejas las que compitieron en esta novedosa modalidad donde los esfuerzos se dividen. En el cuadro femenino, solo una tomó parte. Fueron Las Supernenas y ellas se llevaron, lógicamente, el primer premio. En el relevo mixto, Lamargha, con Pérez y Rodríguez, fueron los más rápidos de la jornada dominical.
Poco a poco, el goteo de corredores se aproximó a la línea de meta situada en Sobrado do Bispo para recuperar las fuerzas perdidas y recibir los premios merecidos. Una jornada festiva que se vengó de la lluvia de hace doce meses y lució la mejor de sus caras en la mañana dominical.
