ESQUÍ

Jorge Guerra, campeón con denominación de origen

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photo_camera Jorge Guerra (segundo por la izquierda), durante la entrega de premios del Campeonato Gallego.

Velocidad y paciencia brindaron el título gallego absoluto de esquí alpino al trivés Jorge Guerra en la Estación de Manzaneda

Hubo que esperar. Más de lo previsto, incluso. Pero mereció la pena con tal de ser profeta al lado de casa. Jorge Guerra (Trives, 1985) voló sobre la nieve de la Estación de Montaña de Manzaneda para proclamarse campeón gallego de esquí alpino en categoría absoluta. Fue el pasado 25 de marzo. Un éxito para un deportista autodidacta, que se sabe adaptar al medio y que da visibilidad a los deportes de invierno en general y al esquí gallego en general.

"Estoy muy contento. Lo cierto es que el campeonato se hizo esperar porque el tiempo no acompañó este invierno. Nevó un montón, pero sin las condiciones adecuadas. Ya en la competición me encontré con buenas sensaciones y conseguí hacer dos mangas con tiempos muy similares", señala el trivés, que marcó un tiempo total de 1:08:74 minutos, casi dos segundos menos que su más inmediato perseguidor.

20180409102859906_resultLo suyo es una cuestión de años, técnica y aprendizaje. Todo dentro de un deporte que depende totalmente del clima. "Realizar un entrenamiento específico es complicado. Falta continuidad con la nieve y eso te impide hacer una planificación. Para este Gallego no he entrenado como tal. Creo que tengo un buen nivel técnico que he ido puliendo con mi entrenador, Miguel Barreto. He ido a otras estaciones con buenas condiciones, como la de Formigal y, como me gusta mucho el deporte, hago otras actividades para estar en forma adecuada. Sin olvidar el gimnasio, para fortalecer las piernas", apunta Guerra.

Compagina su trabajo en una central de Iberdrola con su pasión por el esquí. Viene de lejos. Siendo de Trives, la nieve ha estado muy presente desde su infancia. "Fui a la nieve desde pequeño. Te va gustando. Y buscas mejorar. Lo hice viendo videos de esquí una y otra vez. En ese aspecto soy un poco autodidacta", recuerda el campeón.

Dentro de esa incertidumbre permanente que es su deporte, es difícil saber si la temporada ha llegado a su fin. "Es complicado. Ahora tenía unos cuantos días libres y quería ir a esquiar, pero dan mal tiempo incluso en los Pirineos. Complicado". 

En la cita de Manzaneda, como ganador absoluto, Guerra estuvo acompañado en el cuadro de honor de las categorías inferiores. Hay cantera. "El esquí también se está poniendo de moda entre los más jóvenes. En este Gallego he visto como hay niños que bajan muy rápido. Y para que la situación se mantenga, la idea de la Federación Gallega es que los niños de Trives y Manzaneda entren en contacto con la nieve, que aprovechen los que tenemos aquí, sobre todo ahora con los cañones de nieve. Ya podrá existir más continuidad y una planificación".

A Guerra no le hizo falta. De la capital de la nieve a lo más alto del podio. A toda velocidad.


Mirando al cielo permanentemente


La actividad autonómica en la Estación de Montaña de Manzaneda estuvo, durante toda la temporada, marcada por la incertidumbre. Varios campeonatos fueron aplazados. Había nieve pero no acompañaba el tiempo. Por fin, y a pesar de un retraso por la niebla, el 25 de marzo se disputó el Autonómico de esquí alpino. Guerra fue el mejor y se llevó el triunfo final.


El secreto está en la técnica


A pesar de no poder entrenar sobre una pista tanto como le gustaría durante la temporada, Guerra volvió a demostrar su categoría. "Me ayuda tener un nivel alto de técnica. Es fruto de bastantes años de esfuerzo y perseverancia. La voy puliendo con trabajo y viendo videos para continuar aprendiendo". Y así seguirá en el futuro. Su pasión por los esquís se mantiene viva.

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