ATLETISMO

'Casados' las 24 horas con el ultrafondo

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photo_camera Imagen de tres corredores del Esprintes en Murcia. Ni la tromba de agua que cayó pudo con la ilusión y la fuerza para acabar la cita mundial.

Cuatro veteranos del Esprintes compitieron en la competición mundialista y no pretenden parar de "divertirse sufriendo"

Cien kilómetros es, aproximadamente, la distancia que separa a Ourense de Santiago de Compostela o de Vigo. Son 100.000 metros que nadie piensa en correr, excepto unos cuantos. ¡Benditos locos! Un grupo de veteranos ourensanos, que pertenecen al Esprintes, acudieron con la selección nacional al Campeonato del Mundo de 100 kilómetros en la localidad murciana de Los Alcázares. 

Silvia Rodríguez, Óscar del Campo, Marisol Gómez y José María Levoso portaron la camiseta española para hacer más que un digno papel sobre el asfalto murciano. "Fue una bonita experiencia y todos bajamos de las catorce horas de máximo que exigía la organización. Unos utilizaron 9 horas y otros 12. Acabamos que es lo importante y lo pasamos bien a pesar del sufrimiento que conlleva", recuerda Óscar del Campo. En total fueron 37 países los que disputaron esta prueba mundial. El corredor ourensano destaca la convivencia deportiva y una experiencia que "hay que preparar de forma lenta y constante".

"¿Y ahora qué?". El veterano corredor dice entre risas: "Descansar que es Navidad y algún capricho habrá que darse". Tras la broma, el objetivo que se marcan estos corredores es reposar, pero desde el sofá también piensan en metas para el próximo año: "Iremos al maratón de Coruña y repetiremos algún 100". 

¿Cómo se preparan?

Los cuatro corredores tienen familia, hijos y trabajo. Las horas del día son las franjas de un 'planning' al que le falta espacio: "Los entrenamientos dependen de cada uno. Hay algunos que prefieren irse a las seis de la mañana y otros a partir de las diez de la noche", comenta Óscar. 

Un caso especial se extiende a Marisol Gómez y José María Levoso. Compañeros de entrenamiento y de sus propias vidas. Ambos se profesan amor y comparten pruebas atléticas. Estos cuatro deportistas ourensanos no quieren parar de "divertirse sufriendo". Porque las piernas se cansan, el cuerpo sufre pero la música de sus hazañas no para de reproducirse cada vez que salen a correr.

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