La Asociación Cicloturista Ourensana puso punto y final a otra temporada más con una jornada de deporte y convivencia
Haciendo lo que más les gusta. Así celebraron los componentes de la Asociación Cicloturista Ourensana el final de la temporada número 29 en carretera. Una jornada de deporte y de convivencia sirvió para despedir otro año positivo.
Los socios de la entidad comenzaron a las 9.30 en la plaza de la Trinidad, donde y dentro de una rotación de encuadres diferente de la ciudad, realizaron la tradicional fotografía oficial de grupo. Después el grupo se marchó hacia Ribadavia y Castrelo de Miño. En Prado fueron agasajados con un avituallamiento especial, antes de terminar con un aperitivo.
Fue el colofón a una campaña de actividades, que llevó a los ciclistas por un gran número de carreteras dentro y fuera de nuestras fronteras. De hecho, días antes de cumplir con la tradición, realizaron una marcha especial que iniciaron en Lobios, para llegar al Santuario de la Virgen de la Peneda (Portugal), Castro Leboreiro, Entrimo y con final de nuevo en Lobios.
Ahora toca pensar en el siguiente curso, donde la entidad cumplirá tres décadas.