La historia del karateca Marcos Movilla es una lección de vida y de cómo el deporte ayuda a recuperarse tras un accidente
"Al principio, fue muy duro.No podía coordinar su respiración con correr. Hacía 10 metros y se ahogaba. Tenía que parar. Y ahora, ahí lo tienes campeón", recuerda el entrenador de Marcos Movilla, Alberto Casado. Así empieza a hablar el técnico de su pupilo y continúa: "El deporte le ha dado mucho y él nos ha dado más a nosotros. Cada día es un placer entrenar con él".
La historia de Marcos Movilla es de las que crean conciencia y sobre todo sirve de ejemplo para ilustrar que el ser humano no se detiene con las piedras del camino. "Tiven un accidente de tráfico en novembro de 2004. Estiven dous meses en coma, outros dous meses en planta e bastante tempo en silla de ruedas", recuerda Marcos Movilla. Un accidente que cambió su vida hace doce años. Una desafortunada madrugada de noviembre que cambió su futuro.
Marcos Movilla y Alberto Casado echan la vista atrás para destacar el esfuerzo del pupilo y la insistencia del entrenador para que mejorara en su coordinación y sus movimientos físicos. "El equilibrio y la coordinación le costaban mucho. Entró en el gimnasio y me dijo que quería hacer kárate", admite el técnico. Sin embargo, a pesar de la predisposición de Marcos Movilla, la recuperación "iba lenta" y "la veía muy lejos". Ahora, es campeón gallego de kárate adaptado. El premio autonómico dio la posibilidad a Marcos Movilla de participar en el nacional. "Me puse muy nervioso. Pasé el primer turno muy bien, pero llevaba mucho tiempo sin descansar. Me había levantado a las seis de la mañana y eran casi las seis de la tarde. Mi cabeza estaba cansada. Pero fue una bonita experiencia", añade el campeón gallego.
Más y más deporte
Con la recuperación paulatina de los movimientos físicos, Marcos Movilla se encontraba cómodo y mejor con la práctica deportiva. "¿Cuántos deportes haces?" Y constesta con celeridad: "El lunes hago kárate, el martes salgo en bicicleta, el miércoles aquagym, el jueves kárate, el viernes otra vez salgo con la bici y a veces, también hago kárate los sábados".
Un abanico de modalidades que le hacen sentirse con fuerzas para derribar sus propias fronteras y pensar en el próximo campeonato gallego y en el nacional: "Esta vez, no me pondré nervioso".
El campeón da gracias porque "di con las personas idóneas en el deporte adecuado. El kárate es maravilloso y quiero agradecer a Óscar Lafuente, Ainhoa Rodríguez y Carmen Barro por todo lo que han hecho por mí. Y también de mi entrenador. Es genial".
Su vida conciencia y sirve de ejemplo. Sus palabras dan la confianza de demoler muros y su entereza sorprende. Este es Marcos Movilla.
