Quique García regresa a los banquillos tras siete años de ausencia para dirigir a un equipo que se propone la permanencia
La ciudad regresó hace un año a las categorías nacionales del fútbol sala masculino y 12 meses después el Sala Ourense pone en marcha en una categoría inferior, la Tercera división, un nuevo proyecto. Tras una temporada traumática en la que sufrió un descenso deportivo y la desestructuración institucional el club ourensano se propone una doble meta, alcanzar la tan anhelada estabilidad tanto en las canchas como en los despachos.
Quique García, que regresa a las categorías nacionales de fútbol sala tras siete años de ausencia, se hace cargo del banquillo del Sala Ourense. "Lo primero es alcanzar cuanto antes la adaptación entre técnico y jugadores. ¿Siete años? Siempre hay que reciclarse pero en el fútbol sala está todo inventado. Se trata de trabajar, correr y marcar más goles que el rival".
Quique García conoce el club pues el tramo final del pasado curso fue el preparador físico de un primer equipo muy cambiado respecto al actual: "El año pasado había mucha calidad en el equipo y solo los problemas de lesiones fueron los culpables del descenso. Perdimos potencial en defensa y jugadores determinantes en ataques
y fichar es muy complicado por lo que toca trabajar con otra gente y en otra categoría, que aunque es una inferior también tiene muchísimo potencial".
Por lo tanto, no cierra la puerta a nuevas llegadas: "El capítulo de fichajes nunca está cerrado, máxime cuando tenemos una plantilla tan corta de efectivos, pero no es fácil conseguir jugadores".
EL OBJETIVO
El técnico destaca que el objetivo es "estabilizar al club y al primer equipo. En lo deportivo lucharemos por estar lo más arriba posible, considero que esta Tercera división es la categoría ideal para trabajar de cara a un proyecto futuro interesante, tanto en lo competitivo como a la hora de pensar en el club".
