MEJOR DEPORTISTA ABSOLUTO MASCULINO

Gabriel Campo: “Ha sido un buen año a pesar de no ir a los Juegos de Río”

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photo_camera Gabriel Campo, acompañado por su familia y la secretaria xeral para o Deporte de la Xunta, Marta Míguez, en el photocall de la gala ya con el trofeo en su poder.

El palista ourensano del Kayak Tudense fue uno de los grandes protagonistas del panorama deportivo de la provincia, con el título nacional en K1 5.000 o  el subcampeonato de Europa en K2 500 haciendo pareja con Rubén Millán

El palista ourensano Gabriel Campo ha sido uno de los grandes protagonistas del deporte provincial durante el año 2016.
Ya sea solo o con su compañero Rubén Millán, el joven deportista del Kayak Tudense ha dado grandes alegrías a la provincia en forma de título nacional en K1 500 metros o el subcampeonato de Europa en K2 1.000.

Solo su ausencia en unos Juegos Olímpicos de Río que parecían llevar su nombre desdibujaron una temporada llamada a ser de sobresaliente.

Agradecido y sonriente, Gabriel destacó tras recibir el premio a mejor deportista absoluto masculino en la Gala +Deporte que "es un auténtico orgullo que tu ciudad reconozca tu esfuerzo durante todo el año. Creo que hice un buen año que no se completó con la participación en los Juegos Olímpicos, pero son cosas que pasan. Creo que podríamos haberlo hecho muy bien e incluso sacar una medalla viendo como fueron las competiciones".

Acompañado de su familia, el palista afincado en Pontevedra disfrutó de una gala "muy divertida. Generalmente las entregas de premios se hacen larguísimas y cuesta bastante aguantar. Esta fue muy amena, la verdad".

Sin excesivas expectativas de llevarse el galardón, el ourensano no duda en afirmar que cuando tuvo que hablar para las cerca de mil personas presentes en el auditorio "lo pasé bastante mal. Competir con mucho público es completamente diferente a hablar para tanta gente, creo que estuve un poco nervioso, pero es lógico".

Aunque al margen de premios, Gabriel Campo recordará este 2016 por la llegada a este mundo de una persona muy especial, su hijo Liam. Orgulloso padre, al ourensano se le sale la sonrisa cuando habla de él. "Ser padre te hace plantearte muchas cosas. Ahora mismo cuando salgo de entrenar solo pienso en llegar a casa para estar con el y con mi mujer Beatriz. Ella es mi gran apoyo en los momentos duros, le estoy muy agradecido", destaca.

De cara a 2017, el ourensano ya tiene marcadas sus metas. "Los años postolímpicos suelen ser de transición pero yo sigo con la misma ambición. Espero ir al mundial y sacar un resultado positivo", zanja el palista del Tudense. 

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