Parada de Sil organizó su cuarta marcha de bici de montaña, disfrutando del momento, pero con un ojo puesto en el cielo
Todo eran sonrisas a la salida de la IV Ruta BTT de Parada de Sil. Chascarrillos, conversaciones y sobre todo cámaras. Muchas y diferentes cámaras. Los bikers querían inmortalizar todos los momentos previos y los móviles, las cámaras deportivas y otro tipo de aparatos eran los soportes para guardar instantáneas que recordaran la participación en la prueba.
Con el otoño presente y las temperaturas invernales tocando la puerta, los bikers se protegían ante la presencia y la previsión de la lluvia. Algunos hasta llevaron bragas para proteger su garganta. Normal el lunes había que trabajar.
La jornada transcurrió sin ninguna incidencia, pero lo destacable de la prueba fue recorrer todos los kilómetros de una paraje que está llamado a ser Bien de Interés Cultural. Un patrimonio natural por el que los bikers rodaron en una prueba no competitiva.
El recorrido transcurrió por los senderos, caminos y hasta los miradores de la Ribeira Sacra, donde algun ciclistas no pudo evitar pararse, disfrutar del momento y guardarlo en su cámara.
Tras los 35 kilómetros de la ruta corta y los 50 kilómetros de la prueba larga, los bikers quedaron en A Fábrica da Luz, en Barxacova, para compartir impresiones, revisar su cámaras, pero sobre todo dejar dicho que para el año que viene no fallarán. Los regalos y los trofeos conmemorativos clausuran la cita deportiva.
