El equipo pontino alcanzó la permanencia en la última jornada tras derrotar a Conxo en un duelo de rivales directos
Era una final. Literalmente. Y desde el Ourense CF lo sabían. La temporada en 90 minutos. Los bueno, que los ourensanos dependían de sí mismos para alcanzar la permanencia en la Liga Nacional juvenil.
El escenario, el campo de Oira. El rival, el Conxo, que también luchaba por la misma meta. Pero una salida fulgurante de los locales les permitió encarrilar la victoria y la salvación.
Después hubo que sufrir y aguantar, pero el 3-2 final permite celebrar a los de Anxo Valcárcel en la semana grande de la entidad: los mayores cumplieron con su parte y los jóvenes también. Ascenso por un lado y permanencia por otro en el 40 aniversario del club.
La motivación de toda la semana funcionó. Con un triunfo, los ourensanos se salvaban. Y salieron a por él. Tanto, que al primer minuto de juego lograron inaugurar el marcador gracias a un tanto de Alberto. Pero los ourensanos no bajaron el pie del acelerador. Disputaron los mejores minutos del curso y en el minuto 27 Javier Rodríguez hacía el segundo tanto.
El partido estaba de cara, pero el Ourense CF no bajó el pie del acelerador y de nuevo Alberto marcó el 3-0 pasada la media hora. Ahí los pontinos se relajaron y pagaron el fuerte ritmo que le habían puesto al duelo. Eso abrió la puerta a que los santiagueses recortaran distancias antes del descanso en uno de sus escasos acercamientos al área contraria.
En la reanudación, más cautela. Lo que parecía estar bajo control se complicó un poco más. El Conxo, sin volcarse en ataque, se encontró con un penalti a favor que no desaprovechó en el minuto para hacer el 3-2 en el minuto 51. Mucho que caminar todavía, lidiando con los nervios propios de la situación.
Intensidad final
Llegó la incertidumbre. El duelo pasó a ser de ida y vuelta. Los pontinos tuvieron opciones para la sentencia, y los santiagueses merodeaban en la meta de Pablo.
El empate hubiese válido, pero eso no se supo hasta el final, porque no todos los partidos comenzaron a la vez. Mejor asegurar. Los ourensanos lo hicieron. El 3-2 no se movió y la soleada mañana del domingo sirvió para cumplir con el objetivo. Certificaron su triunfo y su permanencia en Liga Nacional. Mereció la pena esperar en una temporada de altos y bajos. El curso que viene volverá a haber derbi local ante el Pabellón. Antes, toca celebrar una salvación muy trabajada.
