ENTREVISTA

“Voy a retirarme, no quiero que mi vida se acabe con el deporte”

photo_camera José Manuel Prado en un partido en los Juegos Paralímpicos de Río 2016.

El paralímpico carballiñés José Manuel Prado Prado descuelga el teléfono para explicar con decisión y sin revocación su retirada, un adiós definitivo que significa la búsqueda de la felicidad personal con el objetivo de encontrar trabajo

Descubrí el nombre de José Manuel Prado en la gala de los premios +Deporte 2015. Él no estuvo, pero su madre, Sara Prado, recogió el reconocimiento al "Deporte sin Límites". Todavía arrancaba mi experiencia profesional y su nombre era desconocido. Sin embargo, la voz entrecortada de aquella madre hizo que el interés en aquella historia se despertara. Su palmarés es envidiable con títulos nacionales y dos participaciones paralímpicas. La primera fue en Londres 2012. Estaba en forma y así lo demostró al caer en octavos. Pero detrás de este carballiñés, se esconde una historia de vida que es digna de un libro y no de unas cuentas líneas.

Tuvo que operarse en 2014 para poder seguir compitiendo y seguir en la boccia. Y lo más importante, seguir viviendo en unas condiciones dignas. Estaba recuperándose tras cuatro operaciones seguidas en 2015 y su madre Sara  se sinceraba en la gala +Deporte: "Quiero dar gracias a todos por este premio y decir que mi hijo no pudo estar aquí aunque le gustaría mucho". Pocas palabras, muchos sentimientos.

Casi un año después, José Manuel Prado descolgó el teléfono con esa sonrisa característica y a la vez especial para hacer balance de los Juegos Paralímpicos de Río: "Voy a retirarme". 

"Me retiro"

No hubo reacción. Se hizo un silencio inesperado. La pregunta no llegaba. "Es el momento de retirarme", intenta reanudar la conversación. El deportista carballiñés ganó un partido de los tres individuales que disputó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 en boccia. Por grupos también cayeron y cerró su participación: "No pudo ser".

No quería hablar de deporte. Quiere vivir: "Son 19 años compitiendo. Tengo muchas ganas de cambiar de rutina. El deporte me ha dado mucho y es lo que me llevo" continuaba recordando. La conversación se desviaba sin un análisis deportivo, pero con algo más profundo: "Tengo ganas de hacer cosas nuevas. No quiero que mi vida acabe en el deporte".

"¿Dejas completamente la actividad competitiva?", sonaba pesado. "Sí, creo que es el momento de dejar de lado la competición".

Otro silencio, esta vez, mohíno. "Quiero buscar un trabajo, como lo hice hace tiempo cuando estuve cuatro años trabajando. Quiero recuperar la ilusión de hacer otras cosas. Intentar buscar trabajo es una de ellas y la prioritaria", exteriorizaba el carballiñés.

Tiene 41 años. Este viernes celebrará su cumpleaños y soplará las velas de una tarta que todavía no sabe de qué será. Lejos de los regalos y las felicidades, José Manuel Prado pedirá que el 2017 le dé otra oportunidad de trabajar y poder disfrutar de su vida. 

El quiere y su vida es un ejemplo de superación y constancia. Levantarse del bache una y otra vez. Una y otra vez. Y sobretodo, cumplir sus propias metas.

Su cumpleaños distrae la conversación y su entereza reanuda la charla para terminar: "Quiero hacer cosas por mí mismo. El deporte ha sido positivo, pero ahora empiezo una nueva vida".
Se acaba la entrevista y cuelga. Se cierra la carrera deportiva, pero José Manuel Prado enciende su nueva vida apagando las velas de su cumpleaños.

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