MÁS QUE VERDURAS

Quinoa real y muchos colores más

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photo_camera El momento de la cocción del plato.

La chispa creativa también llega a la gastronomía, donde ofrece sabrosas y coloridas alternativas a los menús vegetarianos

Una vez, una compañera de piso me dijo algo así como "¡qué colores más bonitos!" mirando hacia la sartén en la que cocinaba mi cena. 

Porque eso de que la cocina vegetariana es "sosaina" y aburrida es totalmente falso. 

La creatividad es la base de cualquier cocina y no podría ser menos de la que evita carnes y pescados. La primera regla de toda persona vegetariana debería ser atreverse a probar nuevos alimentos, diferentes combinaciones y muchas, muchas especias.


Quinoa real 


Desde hace un tiempo, la quinoa ha comenzado a ganar peso en la gastronomía española. No es para menos, este grano de origen andino es considerado por muchos nutricionistas un "superalimento" por su alto contenido en proteínas, hierro y magnesio. 

Hay diversas variedades de quinoa, como la quinoa real, que aporta una mayor cantidad de proteínas y minerales, lo que la hace muy apropiada para dietas vegetarianas. 

El modo de cocción es el mismo que el de la quinoa común: tres medidas de agua por una de grano. Después de 10-15 minutos, ya está lista para ser consumida. 


Una sabrosa combinación


DSC_0064_resultIngredientes (para dos personas): 100 g de quinoa real; un pimiento rojo grande; tres zanahorias; sésamo; sal; orégano.  

Mientras se cocina la quinoa en el agua, se van cortando las hortalizas. En este caso, cebolla, pimiento y zanahoria.

Cuando el aceite esté caliente, se añade la cebolla a la sartén, dejando que se rehogue lentamente. A continuación, se echan las zanahorias y se remueve la mezcla. Pasados unos minutos, se vierten los trozos de pimiento. 

Mientras las verduras se pasan, se le va añadiendo la sal, al gusto, y el sésamo, para que se tueste en la sartén. El sésamo aporta un sabor suave y una textura crujiente que le da un toque agradable a los platos más sencillos, como éste.

Cuando la quinoa esté lista, se escurre y se añade a la sartén, para que coja el sabor de la mezcla de hortalizas. Mientras se remueve todo, a fuego lento, se puede añadir orégano, que potenciará el sabor de los ingredientes. 

Después de unos minutos, cuando el sésamo presente un aspecto más oscuro y sin que la quinoa llegue a pegarse, ya se puede servir para comer.  

¡Salud! 

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