MÁS QUE VERDURAS

La mejor versión de la famosa lasaña de Garfield

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photo_camera ¡Una deliciosa opción vegetariana!

Tanto para los que no comen carne durante la Cuaresma como para los que siguen alimentándose con normalidad, esta opción conquistará a sus invitados durante los días de Semana Santa

La lasaña conquista a todos por igual, no importa qué ingredientes contenga. Será que su salsa típica, la deliciosa bechamel, es un valor casi seguro para la mayoría de paladares. 

Pero algo tiene este plato que nunca se encuentra entre las opciones más comunes de los menús de casa. Es comprensible, preparar el relleno, las placas de pasta y la bechamel puede llevar más de hora y media. Por eso, estas vacaciones de Semana Santa son un momento perfecto para dedicarle más tiempo a la cocina, hacer platos más elaborados y, sobre todo, dedicarse al placer de comer. 

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El relleno


Lo mejor de la lasaña es que acepta infinidad de hortalizas y verduras. En este caso, la combinación será cebolla (1/2), zanahoria (200 g), champiñón (350 gramos) y calabacín (250 g). Pero podría ser válida cualquier otra, siempre y cuando pasen el tiempo que necesitan en la sartén. 

En esta ocasión, por ejemplo, la zanahoria necesitará más tiempo al fuego que el resto de ingredientes. Así, cuando la cebolla está dorada se añade la zanahoria, se añade un poco de sal, se remueve y se deja cocer al mínimo durante 10-15 minutos. Para acelerar el proceso, como siempre, se puede echar un poco de agua, que ayudará a la cocción. 

A continuación, se echan los champiñones, cortados en pequeños dados. Como el relleno es para la lasaña, cuanto más finos sean los trozos de todas las verduras, mejor. Se añade la sal, se remueve la mezca y se deja otros diez o quince minutos más para que se haga lentamente. 

DSC_0202El último es el calabacín, que en esta ocasión estará también cortado en dados. En este punto ya se puede añadir la pizca final de sal y alguna especia, como orégano o pimienta negra, o algún ingrediente que potencie el sabor de la mezcla, como las aceitunas verdes. ¿El secreto para que las aceitunas no eclipsen al resto de verduras? No más de 50/60 gramos, y trozos muy pequeños. De esta forma aportan un toque delicioso que acompaña al del resto de ingredientes y no les quita protagonismo. 

El relleno se puede dejar a fuego lento mientras se hace la bechamel, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue a la sartén. 


Bechamel


DSC_0214Los ingredientes de esta salsa son: aceite o mantequilla, harina de maíz tamizada, leche, sal y nuez moscada

Lo más importante es, sin lugar a dudas, dedicarle el 100% de atención a la bechamel mientras se prepara. Sobre todo, en los primeros minutos. 

Así que, sartén al fuego y, en este caso, aceite hasta que cubra la base. Cuando esté bien caliente, se añade la harina y se empieza a remover con rapidez ayudándose de unas varillas o, en su defecto, de un tenedor. La harina comenzará a coger color tostado, lo que quiere decir que se va por el buen camino. Así, se deja un par de minutos, con el fuego al mínimo. 

La leche, poco a poco, incluso es mejor echarla a cucharadas que directamente del brick. Cada vez que se añade, se remueve: al principio más rápido y en cuanto la textura empiece a tomar aspecto de salsa, más lento. Este proceso se repite tantas veces como sea necesario, hasta que adopte el punto de densidad que nos guste más.(*)

Por último, se añade la sal y la nuez moscada, elemento imprescindible para obtener una deliciosa bechamel. 

(*) Las cantidades empleadas en esta receta han sido de 50 g de aceite, 50 g de harina y 250 ml de leche. 


Construcción


Después de hacer la bechamel, ya se puede respirar con tranquilidad. 

Para preparar las placas de pasta solo es necesario seguir las instrucciones de la caja, que normalmente pide una cocción de 7-8 minutos. 

Antes de colocarlas en la bandeja, viene muy bien empaparla en aceite o mantequilla, para evitar que se pegue la lasaña al fondo. Cuando las placas estén listas, se pueden secar un poco, ayudándose de papel de cocina o de un trapo limpio.

Y ahora, ¡creatividad en la construcción! El modus operandi no está pautado: placa-bechamel-placa-ingredientes-placa-bechamel / placa-ingredientes con bechamel-placa-solo ingredientes-placa-bechamel, cualquier combinación estará deliciosa, es evidente.

La última capa se puede cubrir de queso rallado, en cualquiera de sus muchas variedades, e incluso un poco de tomate. Para esta receta se ha escogido queso para gratinar y se le ha mezclado un poco de orégano. 

Una vez esté montada la bandeja, 45 minutos a 180º (depende de la potencia del horno) y voilà, una lasaña de verduras deliciosa y mejor que la de Garfield. 

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