MOTOR

3.000 kilómetros de viaje en Panda

photo_camera Seis de los equipos ourensanos participantes en la Panda Raid, en el exterior de La Región.

La décima edición del Raid que se inicia este fin de semana, llevará a siete equipos ourensanos hasta Marruecos, en una prueba marcada por la dureza

Una semana de navegación a través de carreteras y pistas solitarias, aprendiendo de la experiencia y disfrutando de la décima edición de la Panda Raid, una competición solidaria que contará este año con siete equipos ourensanos, cada uno con su historia particular.

Siete coches listos para afrontar más de 3.000 kilómetros de competición que se iniciarán hoy, con la salida de los coches y tripulantes rumbo a Madrid para realizar las verificaciones. Antes de eso, turno para reunirse y hablar de miedos y expectativas, de sentimientos y afán de superación, cada uno con unos límites bien definidos.

La punta de lanza de esta décima edición de la Panda Raid, son el equipo formado por Jano Fraga y Jesús Miguel 'Chusmi' Varela. En su cuarta participación, y defendiendo la corona de ganadores, los miembros de Escudería Ourense Raid vuelven a una cita que según detalla Jano es "imprescindible en nuestras vidas ya. Nos pasamos el año deseando que llegue este momento y trabajando en llegar mejor preparados que en el año anterior".

Se saben favoritos, pero la presión no va con ellos: "Vamos con la intención de hacerlo bien aunque dependerá de la suerte. La navegación será clave y aun haciendo las cosas bien, pueden pasar cosas, ya veremos". Precisamente Jano y Chusmi fueron los 'culpables' de que Gerardo Fernández y Alberto Atanes se embarcasen en esta aventura.

No hay ningún tipo de ambición competitiva en el equipo que partirá con el dorsal 201, ya que "vamos en sobreaviso de que la primera vez que participas te pasa un poco de todo. A mí, personalmente lo que más me echa para atrás es la cantidad de participantes que vamos. Todavía no sé como será eso de ver 350 Panda por el desierto adelante", afirma Gerardo.

Con cierto respeto y un poquillo "acojonados", tal como afirman, están Pepe Rubio y Carlos Gómez, uno de los equipos debutantes.
En palabras de Pepe, afrontan su primera aventura africana "sin un objetivo clasificatorio. Vamos por primera vez y tenemos que aprender mucho, especialmente sobre navegación. Para nosotros también es muy especial el punto solidario. Llevamos un poco de todo para poner nuestro granito de arena".


Preparación para los imprevistos


A última hora y con cierto apuro llega a su segunda Panda Raid, Javier Prol junto a Richard González, su debutante copiloto.
Después de un primer año marcado por los problemas mecánicos, Javier solo le pide a esta edición "que sea tranquila. Creo que el año pasado ya nos pasó todo lo que tenía que pasarnos, así que estaremos preparados, tanto para una carrera relajada, como para una con inconvenientes".

José Ramón González y Antonio Fernández, caras fácilmente reconocibles de Escudería Ourense también repiten después de un buen año de debut, en el que terminaron en la posición 39. Antonio, todavía en plena confección de la maleta, destaca que "debemos ser los más veteranos de la prueba, 130 años entre los dos. Volvemos con muchas ganas, porque esa sensación de soledad en el desierto es espectacular, engancha. Lo único duro, la navegación, no vaya a ser que aparezcamos en Argelia".

Otro veterano, Ruti Conde, con Pablo Villar, afronta su segunda participación. El propio Ruti, a sus 68 años afirma que una de las cosas que aprendió en su anterior participación fue a "dormir en el suelo. Yo creía que sabía, pero no. Con 30 años aguantas, pero a mi edad es todavía más suplicio. De todas formas, es lo de menos, porque viendo la ilusión de mi compañero y las ganas que tenemos, no importa el resto. Vamos a disfrutar sin pensar en nada más".


El homenaje de Ana y Lidia


Por último, Ana y Lidia, madre e hija que disputarán esta prueba como "homenaje al padre de Lidia, que falleció hace 15 años y tenía un Seat Panda del que estaba enamorado. Llevamos desde 2014 deseando participar y este año llegó el momento. Siempre que veía en las redes sociales la prueba decía, tenemos que ir. Antes de conocer al resto de equipos teníamos un miedo terrible, pero ahora estamos con muchas ganas", afirma Ana que ante el posible frío en el Atlas muestra su arma secreta: "Una botella de Licor Café que nos ayudará a llevar mejor la nieve que esperamos", zanja entre risas.
Por delante, una semana de navegación y convivencia, en un raid que confirma, en voz de los participantes, que quien lo prueba, repite.

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