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Diego Vallejo, el gallego del Dakar

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photo_camera El lucense Diego Vallejo, al lado del Ssanyong Rexton DKR con el que competirá en

El copiloto lucense afronta una nueva participación en la prueba sudamericana que esta campaña será en Perú copilotando al madrileño Óscar Fuertes

Pocos retos le quedan ya a Diego Vallejo (Meira, 1973) en su extensa trayectoria deportiva. El día 31 de diciembre tomará rumbo a Perú para iniciar el día 6 de enero su cuarto asalto al Dakar repitiendo experiencia con Óscar Fuertes y SSanyong.

Cuarto Dakar para usted, el segundo consecutivo con Óscar Fuertes y Ssangyong. ¿Cómo afronta la edición de 2019?

Con mayor tranquilidad. Repetir piloto y equipo da garantías. Este año Óscar ya no es debutante y no notará tanto ese aterrizaje en la carrera.

Cada año que vuelve del Dakar dice que no repite. Sin embargo, está otra vez en la salida.

Sí. Esto es como casi todo en la vida. Muchas veces dices que no vas a repetir algo y después te ves de nuevo en ello. Tras los momentos duros de cada edición te vas quedando con lo bueno y al recordarlo con cariño hace que al final quieras volver. De todas formas, en 2018 creo que lo dije con la boca más pequeña, no insistí tanto. Volví muy satisfecho.

¿Aumenta la exigencia para el equipo después de ser el segundo mejor debutante del Dakar del 2018?

Desde la marca no nos han metido ninguna presión, al contrario. Quieren que terminemos la prueba porque consideran que completarla por segunda vez consecutiva sería la leche, aunque internamente tanto Óscar como yo queremos optar a algo más. Es cierto que el año pasado nos pusimos el listón alto y dependemos de lo que suceda en la carrera, lo sabremos los primeros días. Aun así, en nuestra mente está mejorar el resultado.

¿Cómo ha sido la preparación?

Hemos entrenado un montón este año. No hemos corrido pero sí nos preparamos muy bien y creo que este método ha sido mejor. En carrera no tienes tiempo para discutir las cosas y menos el año pasado en el que Óscar tenía que aprender todo a marchas forzadas. Este hicimos entrenos muy buenos con muchas horas de desierto y con el GPS que se utiliza en el Dakar. Esto es una novedad porque antes era casi imposible conseguirlo, ahora lo venden usado e incluso yo lo tengo instalado en el coche de calle para adaptarme a usarlo (se ríe).

Nuevo coche. ¿Cambia mucho con respecto al del año pasado?

Son pequeños cambios pero en muchos apartados, lo que hace que sea algo completamente nuevo. La diferencia es grande y creo que el coche va a estar a la altura. Los que vamos a tener que ponernos las pilas para mejorar el resultado somos nosotros. El coche es para estar peleando por los 20 primeros

En 2019, el Dakar es más compacto. ¿Cómo lo ve?

Es engañoso porque a pesar de que son cuatro días menos, es más complicado. La cantidad de arena es mucho mayor y eso lo hace más difícil. Todo lo peligroso de la competición está más concentrado en esta edición, digamos que va a ser duro en poco tiempo.

Entonces crecerá la emoción sobre una edición anterior plagada de sorpresas...

Va a estar entretenido, la verdad. Si el año pasado en la primera semana hubo muchas novedades, en esta va a ser multiplicado por dos. Además este año el Dakar ya no es lineal en las etapas, por lo que la organización no va a acortar recorrido para que llegue la gente, va a ser mucho más duro.

El Dakar en Sudamérica parece que pierde fuelle. ¿Es hora de buscar otros lugares?

La prueba pienso que va a seguir allí un par de años más. Es muy difícil cambiar tan rápido. Estoy seguro de que están explorando ya otras vías. ¿África? Lo veo complicado, quizá el futuro está en los países árabes.

Aunque el cambio de continente perjudique en el apartado idiomático...

Sí, sin duda. Eso nos beneficia aunque el recorrido de Sudamérica es más duro. En los países que visitamos ahora si hay algún problema siempre hay algún gallego por allí (se ríe) que te puede ayudar. Por ejemplo, el año de López Rivas, estábamos atascados de arena hasta las orejas y pensábamos que íbamos a tener que abandonar. Estábamos perdidos. Pensábamos que no había salida, pasamos una colina y de repente estábamos en una ciudad enorme y eso nos hizo salir. Eso no lo tienes en otros sitios.

En Navidad publicaron su hermano Sergio y usted una foto jugando al videojuego del Dakar. ¿Qué posibilidad hay de que deje de ser algo virtual y pase a la realidad?

Está claro que nos gustaría pero hay que ser realistas. Correr el Dakar es una empresa muy difícil. Conseguir el presupuesto sobrepasa mucho a lo que necesitamos para hacer una temporada completa en España y es complicado. Oye, quizá en el futuro sería algo bonito de hacer pero ahora mismo nos quedamos con el videojuego que está muy bien, es tal cual el Dakar.

Este año, desde el lado del preparador, ¿cómo has vivido el Nacional de asfalto?

La verdad es que como estábamos dentro con el equipo tampoco lo eché mucho de menos. Además al correr en la tierra pues también disfrutábamos. Creo que es el único año que llegábamos los dos con una sonrisa a meta siempre.

A la vista de lo bien que lo pasáis, ¿seguiréis en el Porsche?

Todavía es pronto para decirlo, estamos cerrando todo pero en principio la idea es seguir en la tierra con este coche.

La última. Tras el debut como preparadores, ¿seguirán con el proyecto del año pasado con Domingo Alonso (dueño de las unidades de Hyundai con las que corrieron en 2018)? ¿habrá novedades en 2019?

En principio sí. Ahora mismo están definiendo los programas que van a hacer y cerrando otras cosas, pero en principio seremos nosotros los que llevaremos el equipo y bueno, creo que en breve podremos anunciar cosas. Por ahora todo está pendiente de confirmarse.

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