El ourensano (piloto oficial Suzuki en el Nacional de asfalto) confiesa que sería un sueño ganar en Ourense: "Ojalá pudiera ser pronto pero siendo realista aspirar al podio es lo más lógico ahora mismo".
Algo ha cambiado en la mirada de Javier Pardo. A pesar de su timidez todavía presente, la madurez que demuestra es impropia de un chico de 22 años. Subcampeón de España de rallys de tierra en 2018, ahora llega el turno de nuevas metas.
Y es que el joven deportista afronta su segunda temporada como piloto oficial del equipo Suzuki con la idea de que "sigan igual de contentos o más si se puede conmigo y mi copiloto. Espero que podamos cosechar buenos resultados sin tener demasiados percances y sumar el mayor número de puntos posible para que Suzuki gane el nacional de marcas y siga involucrada en los rallys muchas más temporadas.
En Laias, hace apenas once meses, Pardo hablaba de evolucionar y crecer rally a rally. Sin embargo, la curva de aprendizaje fue menor de lo que todos pensaban. En ese sentido y sobre sus sensaciones destaca que "la adaptación y confianza con el Swift llegó muy rápido porque es un coche espectacular. Hay que darle la enhorabuena a ARVidal porque han construido el mejor N5 de la categoría y no solo lo digo yo, lo dice todo el mundo. Se ha visto en los tiempos que está casi a la altura de un R5 y todo eso siendo un coche de fabricación nacional.
En ese buen momento, acortando plazos y demostrando su potencial llegó el abandono en el Rally de Ourense cuando rodaba tercero. "Bueno, lo asimilé bastante bien. Me fastidió en el momento pero al llegar a la asistencia ya estaba pensando en el siguiente rally y analizando qué habíamos hecho bien para estar tan cerca de los puestos de arriba. En conclusión, fue más una motivación que un disgusto" y preguntado sobre si fue irreal ver a un N5 pelear por el podio se muestra tajante. "¿Espejismo? No, para nada. Los N5 son capaces pero depende de muchos factores. Si hay muchos R5 con pilotos de nivel va a ser muy difícil. Lo que sí, no es nada descabellado pelear por los podios con este coche. Tenemos confianza para luchar y si ellos fallan, estaremos ahí
con el asfalto asegurado y con dos temporadas más para crecer, la tierra se transforma en la apuesta ganadora.
Después de ser subcampeón en 2018, la pregunta sobre las posibilidades reales de llevarse el título saltan a la mesa enseguida. Pardo, se toma su tiempo para responder y tras meditar afirma que "quizá pensar en eso ahora es algo precipitado. No sabemos nada de los rivales que tendremos este año. Ten en cuenta que vengo del N5, con el que tenía que pelearme todo el rato porque es como un purasangre como dijo Lukyanuk. Ahora con el Skoda habrá que pasar unas pruebas de transición y después veremos si podemos luchar por el campeonato".
Un proyecto ambicioso que sin duda es apuesta de sus dos grandes patrocinadores, Ourense Termal y Rallycar. "El papel de Manel y José Manuel es fundamental. Los dos han apostado por dar un paso adelante y creo que tenemos que trabajar junto con los otros patrocinadores que tenemos por conseguir algo bonito. El próximo fin de semana competiremos en Fafe pero será un test, no voy a volverme loco con los tiempos".
Los Solans, Efrén Llarena...varios de los rivales de Pardo en la R2 cuentan ahora con programas internacionales. Sobre la posibilidad de haber podido ganarles y estar en el Europeo o en el Mundial, Pardo lo tiene claro. "No me arrepiento de la decisión que tomé. Estoy muy contento de donde estoy. Sí es cierto que el año pasado podríamos haber luchado por la beca, pero el ser oficial es una oportunidad única, tanto a nivel de equipo como económico, ya que nos ha dado un respiro. Creo que soy joven y si en algún momento terminase mi contrato con Suzuki, que ojalá siga durante muchas temporadas, aún podría intentar correr el Europeo o el Mundial junior. Es una posibilidad que está ahí aparcada porque solo estoy centrado en devolverle la confianza al equipo que ha apostado por mí. Si llega le momento de un programa internacional, pensaré en ello".
Toca hacer propósitos de nuevo año y aunque el 1 de enero está ya lejos, las metas hay que marcarlas. Por eso el piloto de Suzuki, con la templanza habitual considera que a fnal de año debería "ver que los fallos de inexperiencia han ido a menos y seguir creciendo. Me gustaría ver la progresión y que el buen ambiente siga en el equipo".
Por último, el Rally de Ourense, esa espinita de 2018. ¿Ganarlo? Por ahora, según Pardo "es un sueño. Ojalá pudiera ser pronto pero siendo realista aspirar al podio es lo más lógico ahora mismo. A ver si este año nos quitamos el mal sabor de boca de 2018".
El curso empieza en unos días. Pardo, cada vez más referente.
