CRÓNICA

La agonía de Ramón, olvidado en A Xironda

Ramón, perro abandonado en A Xironda.
photo_camera Ramón, en el momento en el que fue rescatado por las voluntarias.

Ramón fue encontrado con una pata cortada y síntomas de desnutrición. Ningún alma humana se apiadó del perro en A Xironda, hasta que una vecina decidió llamar a las voluntarias de Pro Animales Verín y Progape, gracias a las que lucha ahora por su vida.

A Ramón nadie le ayudó. Una pata cortada por la mitad y una desnutrición severa no fueron suficientes motivos para conmover a las personas que, en las últimas semanas, pudieron cruzarse en su camino, rebasarle con un coche o verle pasar esquelético y cojo. Tampoco removieron la conciencia de sus dueños. 

Fue encontrado en A Xironda (Cualedro), tras una hora de búsqueda, por las incansables voluntarias de Pro Animales Verín. Llegaron al pueblo después de que una vecina las alertase del estado del can. Ramón tenía ya la cabeza inclinada, y parecía resignado a su peor desenlace. "Estaba en una finca. Nos dijeron que llevaba muchas semanas mal, que los dueños no miraban para él. Y no es el único caso en la zona. Hay perros que están descuidados de todo", explica Veves Gascón, portavoz del colectivo verinés. "Los vecinos, en estos casos, no quieren problemas y pasan de denunciar nada", añade.

"Le han dado un antibiótico. Habrá que esperar a que coja peso para poder operarle. ¡Saldrá de esta!"

El animal, que algún día recibió la caridad de una de las lugareñas con un poco de comida, no opuso resistencia a las voluntarias que llegaron para socorrerle. "Estaba hecho polvo, desnutrido y tumbado hacia abajo, como si estuviese listo para morir. Le dimos una tarrina de comida. Se tiraba literalmente a ella el pobre, y más que hubiera comido", recuerda Veves. "Tenía la pata cortada y los tendones y la carne al aire. Nos pusimos en contacto con las voluntarias de Progape, en Ourense. Me da rabia llamarlas para casos tan extremos, pero nos vimos limitadas de medios y de espacio, estamos saturadas", añade.

Las voluntarias ourensanas acudieron, una vez más y sin dudarlo, al auxilio de los más indefensos. Lo prioritario era salvar la vida de Ramón, a quien ellas mismas bautizaron. 

El perro se encuentra ahora mismo en observación. El veterinario le ha suministra antibiótico contra la infección y habrá que esperar a que coja peso para poder operarle. ¡Saldrá de esta", confían desde Progape y Pro Animales, las heroínas de esta historia.

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