El Concello señala que algunos operadores ya incluyen esta oferta en sus paquetes turísticos
Diez días después de que los históricos balnearios de Verín recuperasen el agüismo, los datos de visitantes son, para el regidor Gerardo Seoane, "extraordinarios".Desde el día 5 y hasta este martes 16, un total de 2.760 personas han acudido a alguno de los tres balnearios –Cabreiroá, Sousas o Fontenova– a tomar sus aguas.
Del total de visitas de esta nueva etapa del agüismo verinense, el 32% fueron realizadas por turistas ajenos a la comarca, algo que desde el consistorio valoran "moi positivamente". "Estes datos dinnos que temos que profundizar ampliando o horario ou mellorando as instalacións mediante novos acordos cos propietarios", afirma Seoane.
Aunque ciertos operadores turísticos gallegos ya comenzaron a ofertar en sus paquetes turísticos, visitas a estos manatiales mineromedicinales, esto solo es "a punta do iceberg dun motor económico que pode volver a arrancar", comenta el alcalde. Señala que continuarán potenciando este "motor" y que procurarán que el agüismo de Verín tenga presencia en los paquetes turísticos de las grandes compañías.
También triunfó en estos últimos días el conocido como "diploma de embajador" de la ruta termal de la Eurocidade. Según datos del consistorio ya se han entregado un total de 57 pasaportes del agüista. Entre los receptores, un 17% son vecinos de Verín. Madrileños, vascos y catalanes constituyen el 73% de los nuevos "embajadores". Para el alcalde, "supón a constatación de que era preciso recuperarmos e potenciarmos esta ferramenta turística da que xa dispoñiamos".
Vecinos y visitantes pueden seguir acercándose a tomar las aguas en los tres epicentros del agüismo verinense, e incluso acudir a los servicios de un médico que los guiará por los beneficios de las aguas.
Halagos de Ramón y Cajal
No podría tener mejor carta de presentación para el sano ejercicio de la degustación de aguas mineromedicinales, y concretamente de la de la fuente de Cabreiroá, la misiva que el mismísimo Nobel Santiago Ramón y Cajal remitió a los responsables del manantial poco después de probar su líquido elemento.
Tres años después de recibir el máximo galardón mundial de Medicina, Ramón y Cajal desveló en el documento que se reproduce que el más importante elemento para la conservación de su salud fue, ni más ni menos, el agua de Cabreiroá, de la que hizo uso durante un año, según él mismo reconoce al director del establecimiento termal en ese documento que acaba de ver la luz. "Puedo hablar como enfermo y como tal declaro que aprecio tales virtudes del manantial de Cabreiroá, del cual hago uso corriente desde cerca de un año. He recobrado la salud, seriamente comprometida por los efectos debilitantes de un catarro intestinal crónico y por la amenaza de cólicos hepáticos", reconoce el eminente galeno.
En la carta que acaba de divulgarse, que está fechada el 17 de septiembre de 1909, el propio Nobel afirma carecer "de autoridad y competencia para apreciar debidamente la excelencia del manantial de Cabreiroá, ya que renuncié hace tiempo al noble ejercicio de la profesión médica", virtudes que le permitieron sin embargo recuperar su comprometido bienestar y permitir afrontar el tramo final de su legado, concretamente de sus obras biográficas y los estudios sobre la "Degeneración y regeneración del sistema nervioso central".
