Las primeras analíticas no encontraron materiales pesados que afectasen a la fauna acuática
Agentes fluviales de la Confederación Hidrográfica del Duero buscaban ayer el origen exacto del vertido que tiño de gris el pasado domingo el río Támega. A las pesquisas también se sumaron agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección a la Naturaleza e incluso de la Policía Autonómica pero las pesquisas a las siete de la tarde de ayer aún no había dado resultado. Eso sí, los técnicos del organismo de cuenca, que es el que tiene competencia en la cuenca del Támega, recogieron durante buena parte de la jornada muestras de agua en distintos puntos del cauce y de los primeros análisis se desprende que el vertido no arrastró materiales pesados que pusieran en peligro la fauna acuática.
Tanto la hidrográfica como las fuerzas de seguridad trabajan con la hipótesis de que la contaminación llegó al agua desde las obras de apertura de la línea del tren de alta velocidad, pero no descartan que pudiera originarse al subir el nivel del agua a causa de la lluvia caída en el fin de semana y arrastrar escombros depositados de forma ilegal en la orilla del río.
Los agentes fluviales recabaron datos en cada uno de las empresas para determinar la cantidad de lodos que tiene embalsados, procedentes en su gran mayoría de la apertura de los túneles de O Corno, Portocamba y Campobecerros. También recorrieron todos los arroyos, que en caso de liberarlos llegarían al Támega, pero la inspección resultó infructuosa y continuará durante la jornada de hoy.
Retorta y Arcucelos
El vertido alarmó a los vecinos de Arcucelos, Matamá y A Retorta. El alcalde de Laza, Xosé Ramón Barreal, declinó ayer pronunciarse sobre la situación, pese a que los vecinos continuaban atentos al discurrir del río, que sobre el mediodía ya había recuperado su agua cristalina. Nelson Fernández reside en Estevesiños (Monterrei) y fue uno de los primeros en alertar del vertido. "Cando chove, o río arrastra lodos pero nunca se puxo dun cor grisaceo e nalgúns tramos branco como niste domingo", afirmó.
La alerta también llegó al Concello de Verín, que tomó medidas para evitar que el agua llegara con barro a las viviendas algo habitual durante los días de lluvia. "Non tivemos ningún problema co vertido. En Tintores había xente na área de recreo, incluso bañándose. En Verín prácticamente non se notou", apuntó el edil encargado de las zonas de baño, Víctor Manuel Baladrón.
