MONTERREI

El casco vello de la villa será una de las prioridades del Concello de Verín

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photo_camera Calle Lisa, en Verín.

El plan incluye humanizar la plaza, retirar los contenedores enterrados y ampliar la calle Lisa, todo consensuado con los vecinos

Quizás, y sólo quizás, al casco antiguo de Verín no lo reconozca el viadante actual si decide visitarlo en un par de años. Todo, si los innumerables planes que el consistorio local ha comunicado ya a los vecinos, acaban por materializarse. Es público y reconocido abiertamente por los miembros del grupo de gobierno que tienen un claro interés en potenciar la zona neurálgica verinense, y pretenden hacerlo -como también así se ha podido comprobar- mediante una doble fórmula: la del consenso con los directamente afectados con aderezo del método prueba y error.

La primera de las medidas y, sinduda, la que más controversia ha generado por la actuación contraria en su día, será la de la apertura al tráfico rodado, en verano desde las ocho de la mañana y hasta las dos de la tarde; y en invierno, ampliando ese horario hasta las seis.

No es una solución sencilla, las divisiones han sido una vez más palpables en la reunión que el equipo de gobierno mantuvo con los vecinos, de ahí que con toda probabilidad en el mes de septiembre se comience a aplicar el nuevo horario hasta llegado el invierno. El próximo año, ya con la experiencia acumulada de peatonalización sí y también no, los vecinos y el consistorio evaluarán la mejor de las opciones, que quedará ya como definitiva.

Desaparecerán transitoriamente los contenedores enterrados. Así, según el teniente de alcalde Diego Lourenzo, "evitaremos problemas de cheiros e limpeza". El plan del consistorio pasa por colocar contenedores una determinada franja horaria, que luego se retirarán de nuevo y hasta el próximo día que se coloquen.

También en las cabezas de nuestros actuales responsables municipales resuena con insistencia una palabra: humanización. Echan en falta, entre tanta piedra y metal, más árboles, como los que pretenden colocar en el primero de los tramos de la plaza García Barbón, para dotarla de mayores espacios de sombra y convertirla en un poco más viva.

Para la calle Lisa también tienen el plan de duplicar sus funciones: transitable con vehículos a motor y a la vez peatonal. Su ancho -salvando las actuales instalaciones de una óptica para la que se plantea una expropiación- permitiría una sencilla convivencia de automóviles y un amplio espacio para viandantes. Son algunas de las medidas que, de llevarse a cabo, transformarán notablemente el casco histórico de la villa de Verín, para el que, unánimemente, todos reclaman mayor atención.

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