VERÍN

El Concello llevará al juzgado a la constructora del auditorio

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photo_camera Desde el segundo palco apenas se puede ver el escenario. La barra metálica está demasiado cerca de las butacas. Además, uno de los marcos de madera de una puerta puede verse levantado.

Humedades, filtraciones o maderas levantadas son algunas de las graves deficiencias detectadas

Un estudio externo evalúa, por orden del actual grupo de gobierno, las deficiencias que presenta a día de hoy, y un año después de ser inaugurado, el Centro das Artes Escénicas de la villa. Un ligero paseo, acompañado por el responsable de su apertura y mantenimiento, deja a la vista, sin necesidad de excederse en el grado de atención, los principales defectos estéticos y estructurales.

El primero de ellos, la humedad. La práctica totalidad de los sellados de la ingente cantidad de cristal que posee permiten la entrada de auga al recinto. Lo mismo ocurre en su sótano, y no precisamente por sus ventanas.

El déficit de aislamiento obliga al funcionamiento continuo de una bomba de achique que elimine las filtraciones de agua -favorecidas por la ubicación en un terreno tan pantanoso como el que ocupa, recordado por los más viejos del lugar como una espectacular laguna siempre que el agua arreciaba en la villa-.

Los sistemas de calefacción y aire acondicionado son difíciles de controlar. No se consigue alcanzar la temperatura idónea recomendada por el reglamento de instalaciones térmicas en edificios, ni en verano, ni en el frío invierno.

Edificios sin rematar

Todas las escaleras de las que dispone el recinto están pendientes de ser totalmente rematadas, como también parte del patio de butacas, donde pueden apreciarse los hierros de las columnas que sustentan al edificio.

Un buen número de las maderas decorativas están levantadas, quizás por el elevado grado de humedad en su interior. Los rodapiés de la práctica totalidad de los recintos también presentan ligeras líneas curvas, incluso alguno de ellos está completamente despegado.

La comodidad tampoco es su punto fuerte. En el primer anfiteatro del patio de butacas, entrando a la derecha, cualquier espectador que lo utilice con una altura superior al 1,69 m. comprobará como sus rodillas tocan una odiosa barra metálica.

En el segundo de los anfiteatros, si el asistente a una función decide colocar la espalda recta, verá la esquina superior izquierda del escenario. Precisamente, cualquier espectador o protagonista de una de las funciones o conciertos programados de movilidad reducida, no podrá acceder al escenario si no es en volandas por algunos de sus familiares, amigos o compañeros. No se ha previsto ni montacargas ni ascensor en ninguno de sus espacios.

Todo lo anterior está siendo evaluado por una consultora a petición del Ejecutivo para iniciar un proceso de reclamación de cantidad contra la concesionaria.

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