MONTERREI

La depuradora vierte aguas residuales sin tratar al Támega

El Concello sellará el colector defectuoso de A Pousa y Castrelo si la  Hidrográfica no adopta medidas

El Concello de Verín llevará hasta sus últimas consecuencias el grave problema medioambiental que se registra en el cauce del río Támega a su paso por la localidad de Queizás, ya muy cerca de la estación depuradora y en las inmediaciones del municipio de Oímbra. La imagen, de la tarde de ayer, refleja claramente los vertidos de aguas residuales que están contaminando directamente las aguas del principal activo natural con el que cuenta la comarca. El grupo de gobierno, a través de su alcalde, Gerardo Seoane, requirió en incontables ocasiones una actuación inmediata que evite esa "catástrofe ecológica que se está dando, paradójicamente, a pocos centímetros de la tan anunciada Ecovía", dice el máximo mandatario.

Por ello, Seoane Fidalgo no esconde su determinación a la hora de tomar cartas en el asunto en el caso de que la situación se demore en el tiempo: "El problema que soportamos lo provoca, como ya ese ha explicado, en el colector que recoge las aguas residuales de A Pousa y Castrelo do Val. No es que sus residuos sean muchos, pero su trayecto discurre muy cerca del río y las graves deficiencias que presenta hace que a la depuradora llegue un caudal de agua con materia orgánica que es incapaz de tratar. Por eso se provoca esa salida en ese punto concreto de Queizás, que no es otro que el vertido originado por uno de los aliviaderos de la estación depuradora", explica Seoane.

El regidor afirma con rotundidad que "si tengo que sellar ese colector tanto en su ramal de A Pousa como en el de Castrelo, aún sintiéndolo por mis vecinos, tendré que hacerlo, porque a un kilómetro de la villa no podemos tener el río con ese grado de contaminación", apunta.

La solución o soluciones son varias. La primera, y más costosa, pasa por una revisión completa tanto de la depuradora como del colector defectuoso, "para la que necesitaríamos alrededor de 1,2 millones de euros". Sin embargo, desde el Ejecutivo se ha planteado otra posible opción mucho menos costosa: "Si se construyen dos pequeñas depuradoras para A Pousa y para Castrelo do Val, podríamos dejar inutilizado ese colector problemático y el río se convertiría en motivo de orgullo", concluye Seoane Fidalgo.

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