SECTOR TEXTIL

La empresa Saroni acude a concurso de acreedores

La empresa dedicada al sector textil y radicada en Verín, ha tomado la decisión para hacer frente a la delicada situación que atraviesa y poder enderezar con ello su rumbo.

La empresa Saroni, dedicada al sector textil y radicada en Verín, ha decido presentar concurso de acreedores para hacer frente a la delicada situación que atraviesa y poder enderezar con ello su rumbo. El Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado día 24 publicó un auto del juzgado de instrucción número 4 de Ourense —competente en asuntos mercantiles— por el que se hace efectivo el trámite de aceptación del concurso. Por el mismo procedimiento se ha decidido que los actuales gestores de la empresa mantengan las facultades de administración y disposición, aunque se ha nombrado un administrador concursal.


Recayó esta designación en la entidad Convenia, una empresa coruñesa que se ha especializado en la intervención de empresas en crisis. La propia sociedad reconoció ayer haber recibido del juzgado el encargo de ser administrador concursal de Saroni, que aceptarán "con toda seguridad", según una portavoz de Convenia. La futura administración concursal indicó que la petición de concurso había sido solicitada por la compañía, lo que se conoce como "concurso voluntario".

En el caso de que fuese "necesario" vendría originado por la petición de los acreedores de la  empresa.
Por otra parte, un representante de la empresa radicada en Verín reconoció también ayer haber solicitado, efectivamente, concurso de acreedores, si bien declinó hacer declaración alguna sobre los motivos que le llevaron a la presentación de este trámite ante el juzgado de lo mercantil. Saroni, según la información corporativa que mantiene en su página web, dedica su actividad principal al "diseño de moda, producción y distribución con presencia en España y Marruecos".


De acuerdo con los mismos datos, la mercantil fue fundada en Verín en el año 2000, detallando que "el grupo ha presentado un notable desarrollo y crecimiento, poniendo a sus más de 200 trabajadores y 6000 empleados indirectos a servicio de sus clientes". El grupo produce para otras empresas del sector textil, aunque también en la actividad fabril están sus propias marcas. En el preludio de la crisis, en el año 2009 había cerrado el ejercicio con una facturación de 44 millones de euros, cuando tres años antes había vendido en torno a 3,6 millones.

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