El alcalde de Monterrei: " Creo que la hora de la montaña ya llegó"
Todavía resulta a veces difícil completar el nombre de nuestro protagonista sin errar en el segundo de los apellidos. Suárez, Suárez ¿Conde? No, Martínez. Resultaba casi imposible que su padre abandonase la alcaldía tras decenas de años al frente y, sin embargo, lo hizo aupando a su hijo a la candidatura que más tarde acabó por ser mayoritaria entre las opciones.
¿Estos primeros meses supongo que serían de toma de contacto?
Yo ya era concejal y portavoz, y llevaba viviendo la política municipal desde pequeño en casa. No llegué a la alcaldía sin tener conocimiento de lo que ocurría en su interior, en eso puedo decir que no soy un alcalde de los novatos al uso.
Lo que sí tengo claro es que la oposición, la nueva oposición le está dando mucho trabajo administrativo, con tanta reclamación que ha presentado por registro.
La oposición que me llega ahora, es una oposición distinta. No es un partido como tal. Surge en un momento dado en el que estaban muy de moda las mareas, las candidaturas vecinales... es una oportunidad que tuvieron. Hicieron una campaña muy intensa. Pero lo que sí me sorprende es que parece que todo se hace mal. Me gustaría que sus mociones empezasen un poco por reconocer el trabajo realizado y como no puede ser de otra forma, que luego sí se ejerciese esa oposición. Yo los veo en una postura combativa, de oponerse por oponerse.
¿Cómo se vivieron esos primeros cien días?
Fueron muy apasionantes, casi sin un minuto de descanso para dedicarle tiempo a los proyectos de futuro. Proyectos que en mi cabeza están, pero fueron tres meses de reorganización, de resolución de problemas del día a día. Pusimos en marcha un sistema de funcionamiento que cambia con respecto a la situación anterior y tenemos a una concejala con una dedicación parcial que está todos los días en el Concello atendiendo a los vecinos.
¿Cómo se compagina su ocupación con las responsabilidades políticas en el Concello, porque algún empujoncito ya le dieron en la Diputación?
(Risas) Creo que con estas delegaciones que estamos haciendo, se puede hacer un buen trabajo en el Concello. Yo estoy aquí prácticamente todas las tardes. Ahora los vecinos, en vez de ir al consistorio, es el alcalde el que se acerca a ellos. Soy alcalde todo el día, mi dedicación no es exclusiva, es total y estar en Ourense, en la Diputación, cerca de la Delegación Territorial, creo que estoy mucho más cerca de los centros de decisión, y eso también favorece a mi ayuntamiento. Sé cuál era la intención de tu pregunta. Conste que yo entendía la postura del presidente, que veía una cierta incompatibilidad de un jefe de servicio de la Diputación para desempeñar el puesto de alcalde. Aún está pendiente esa conversación, pero sé que en algún momento nos sentaremos a charlar sobre ese particular.
El Parador en el Castillo se inauguró en estos meses. ¿Qué le podemos decir a los críticos sobre el proyecto para que acaben de creer en él?
Creo que dimos un paso muy importante abriéndolo. Creo que la impresión general de la gente es buena. En líneas generales, toda la gente que habla conmigo me dice que ha cambiado de impresión cuando lo visita. Es evidente que los accesos había que arreglarlos, que las casas de su alrededor hay que adecentarlas. Tiene que haber un proyecto integral de reforma de las mismas para ponerlas en valor. Queda mucho por hacer pero ha sido un punto de inicio muy importante. Tenemos que hacer algo atractivo para el visitante, se habla de un aula del vino, se puede hacer un aula de la moda o, incluso, del agua. Pero creo que en cuanto estén los accesos preparados, la fortaleza tendrá unas potencialidades enormes.
¿Esa idea era la mejor para el monumento?
Inicialmente no había este proyecto. Surgió en el momento en el que comienzan las obras de rehabilitación. Yo, en un principio, no la veía muy clara. Pero le vi al presidente de la Xunta tal interés en el castillo de Monterrei, que acabé por convencerme de que era la mejor de las ideas. Eso sí, fallamos en la comunicación inicial de lo que se iba a hacer. No fuimos capaces de decirle a la gente lo que se iba a hacer en el parador. Creo que mereció la pena pasar todo esto para ver como está quedando.
Monterrei es un ayuntamiento estructurado, fundamentalmente, entre valle y montaña. Me da la impresión de que cualquier decisión conlleva el doble de trabajo.
Es cierto que cuando te planteas, por ejemplo, hacer un pabellón. ¿Dónde lo haces? ¿Abajo o arriba? Creo que la hora de la montaña ya llegó. Soy partidario de llevar servicios a esas localidades.
Estamos terminando, los lectores necesitan saber el proyecto estrella.
Nuestro proyecto estrella es la creación de empleo. Tenemos que tener un polígono industrial como sea, de una forma u otra. Para nosotros sería ideal que el polígono de Pazos fuese una gran zona industrial contando con nuestro territorio.
Aparte del polígono, ¿algún proyecto más?
El balneario de Requeixo. Ese complejo no puede seguir en la situación de abandono en la que se encuentra. El Concello está decidido a expropiar. Si no hay una solución, esa situación tiene que cambiar. Estamos en conversaciones, pero empiezo a desear dejar de estar en conversaciones y pasar a los hechos reales. Preferiría no tener que expropiar, pero usaré ese arma si a corto plazo no se define el futuro de ese lugar emblemático en el municipio.
