La asociación O Portón da Picota cumple su primer año como principal punto de apoyo en la localidad a todos los que deciden recorrer el camino de Santiago. Allí tienen una segunda casa
Siempre habrá una ración más de la comida que ellos mismos preparan a diario, por si acaso. Son los "riesgos" que se corren cuando lo anuncias y además dejas la puerta de tu propia casa permanentemente abierta para todo aquel que desee traspasarla buscando un café, un poco de bica, un descanso o algún reconstituyente. Puede que el haberse dedicado antaño a la hostelería les hubiese dejado a parte de los integrantes de la asociación O Portón de Picota con algo de mono. Por eso, tanto Ches como su mujer Carmen no han dudado en ofrecer desde hace un año el viejo local del antiguo bar para que todos los que hasta Laza se acerquen recorriendo la Vía Xacobea tengan un pequeño punto de apoyo, iniciativa en la que también colaboran José García y Charo Sánchez.
No buscan el más mínimo ánimo de lucro, "solo recibimos aquello que los que nos visitan están dispuestos a dar, pero pueden tener la garantía de que no les faltará de nada de lo que nosotros podamos ofrecerle. A veces, ni tan siquiera los peregrinos demandan un café o comida, simplemente llegan para darse un respiro, descansar y contar alguna de sus experiencias", señala Carmen García. En los últimos días se han dejando ver en O Portón brasileños, franceses, alemanes o dos peregrinas eslovenas, que al igual que los también españoles aprovechan las redes para agradecer la hospitalidad proporcionada. Sin embargo, la misión de O Portón no ha sido del todo bien recibida entre algunos de sus vecinos. En su momento, desaparecieron parte de los indicadores que desde la asociación se habían colocado por las inmediaciones de Laza para dar con la ubicación de la sede de la asociación.
