Con el Domingo de Piñata, la villa pondrá el punto y final a tres semanas de intensas celebraciones, todas muy concurridas
Todos aquellos que se perdieron, por temor a la lluvia, el desfile multicolor del pasado domingo tuvieron en la tarde de ayer en Verín, también en una jornada en la que amenazaba con caer para luego volver a indultar a la comitiva, la posibilidad de presenciarlo por última vez.
Pasadas las cuatro de la tarde se volvieron a citar la mayoría de las carrozas y comparsas participantes en la cita inaugural dominical, precedidos, como no, por un séquito de más de doscientos cigarróns que fueron abriendo paso a lo largo de la Avenida de Castilla, Luis Espada y calle Alameda.
No fue tan concurrido con el de la mañana del domingo, pero sí reunió a un buen número de asistentes a uno y otro lado de las dos avenidas. Las charangas Támega, Vakapinta, Mil9 y Vai de Baile se encargaron de animar musicalmente el trayecto. Como no pudo ser de otra forma, la fiesta siguió en la Praza Maior con las orquestras De Moda e Garibaldi.
Hoy, festivo en la localidad, Verín recupera el pulso después de dos semanas de jolgorio.