ENTROIDO EN OÍMBRA

La quema de los Fachucos ilumina la última noche en Oímbra

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photo_camera Los Fachucos recorrieron el centro de Oimbra para llegar a la plaza.

La jornada se completó con la lectura de los "entremeses" y la elaboración del Entroido que se quemó de noche en la plaza de la Iglesia 

En Oímbra la singularidad del Entroido, después del recorrido por las bodegas del lunes, fue sin duda alguna la quema de los Fachucos, una tradición ancestral. Los Fachucos son palos rodeados de paja muy apretada y su longitud está adaptada a la persona que lo porta debido a su peso. Ayer las gentes de Oímbra se levantaron para ir a "As Touzas" y prepararlos. Hicieron también el Entroido, un muñeco de paja vestido con ropas viejas pero elegantes que por la noche ardió para poner fin a la fiesta. Todo un día de rituales.

Por la tarde, previo al recorrido por las calles del pueblo, depositaron todo en la plaza de la iglesia y disfrutaron del baile y la merienda popular con productos típicos de la zona, acompañado todo con el buen vino de la comarca. Posteriormente, se leyeron los "entremeses", coplas, escritas por una persona del pueblo, que hizo relato al uso de los acontecimientos que fueron pasando en Oímbra a lo largo del año.

Llegada la noche y con todas las luces apagadas se procedió al encendido de los Fachucos y, después de desfilar con ellos por las calles de la zona vieja del pueblo, el recorrido concluyó en la plaza para la quema del elegante Entroido. En ese momento entraron en acción los especialistas de la pólvora, convirtiendo el instante en una celebración casi mágica.n

 

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