El Concello se anticipó así a la posible anulación del PXOM, que finalmente decidió el Tribunal Supremo
El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, se mostraba totalmente tranquilo tras conocer la noticia de la anulación del plan urbanístico verinense. Reconoce que no deja de ser un "notable inconveniente que nos obliga a restituir la legalidad vigente en materia urbanística, pero el hecho de que se vuelvan a aplicar las normas subsidiarias, en algunos casos, no deja de resultar más beneficioso por su carácter menos restrictivo". Continúa el regidor asegurando que "nosotros hicimos nuestro trabajo", al asegurar que el Concello de Verín en el último mes otorgó todas las licencias que habían sido solicitadas y que estaban pendientes de tramitación -"con gran esfuerzo por parte del equipo técnico del consistorio"-, en clara previsión de que los peores presagios acabasen por cumplirse.
Así, los permisos de obra solicitados por la iniciativa privada conforme a la normativa que ahora queda anulada, al estar concedidos con carácter previo al conocimiento y fecha de efectos de la sentencia, podrán seguir adelante según la autorización otorgada. Lo mismo ocurre con los proyectos iniciados a instancia de administraciones públicas.
Según informó el primer edil, "quedó aprobada definitivamente la expropiación del parque de A Preguiza y el vial que comunica la carretera de Laza con la de Vences", una de las principales obras previstas por el Concello, con un importante coste en indemnizaciones que superaba los 300 mil euros y que así aparecían contemplados en los presupuestos para el presente ejercicio.
Tampoco tendrá consecuencias la anulación del PXOM en infraestructuras como el plan especial de dotaciones e infraestructuras en Caldeliñas -que al estar sobre suelo rústico no precisa de mayores consideraciones- o el macroproyecto de Fontenova, con similar calificación urbanística ahora que se ha anulado el planeamiento.
“Una oportunidad más para mejorar"
Gerardo Seoane afirmó que "esta anulación no deja de ser una oportunidad más para hacer algo que respete la ley y también nuestra gente. Es evidente que el planeamiento de la villa no estuvo en las mejores manos cuando ha visto como los tribunales lo echaban por tierra en dos ocasiones seguidas".
Desmitifica también el dramatismo que la decisión judicial supone. "Se van a poder seguir dando licencias a todos aquellos que las soliciten, aunque sobre el soporte legal de 1986, evidentemente; la construcción no tiene por qué pararse".
Preguntado por el efecto que en la elaboración del plan del casco viejo tendrá esta sentencia, el regidor tampoco ve dificultad alguna: "Mejor incluso, porque lo que haremos ahora será un plan propio que no estará condicionado por ningún planeamiento anterior".
