El fuego se declaró mientras se daban por controlados los fuegos originados en Vilamaior y Pazos
El municipio de Verín sumó ayer un nuevo incendio forestal, el tercero en los últimos tres días, que afectó a cuatro hectáreas de monte raso y arbolado, situadas entre el río Támega y Queizás, a menos de un kilómetro del centro del casco urbano de la villa.
Este fuego se declaró a las 15,51 horas de ayer en un margen de una pista forestal, justo donde el Concello tiene prevista la construcción de un puente sobre el río Támega, cuyo cauce hizo de cortafuegos, impidiendo que las llamas se acercasen al polígono industrial de Pazos y de nuevo a la autovía A-52.
El fuego provocó una densa humareda, lo que provocó que acudieran de inmediato siete brigadas, dos coches motobombas, una pala, tres helicópteros y dos aviones. Los efectivos comenzaron las labores de extinción nada más producirse el incendio (a las 17,30 horas ya estaba controlado), dado que la mayoría de ellos permanecen en el municipio desde el pasado jueves para sofocar el fuego que se originó en la tarde del pasado jueves en los alrededores de Vilamaior.
En la noche del domingo, tuvieron que apagar otro incendio en los alrededores de la localidad de Pazos, a unos dos kilómetros del casco urbano verinense, que afectó a 0,14 hectáreas de árboles y otras 0,5 de monte raso.
Mientras, Medio Rural continuaban ayer dado por controlado el incendio de Vilamaior, el más grande de los registrados durante este año en Galicia, tras afectar a 1.361,27 hectáreas, de ellas más de 300 son reforestaciones realizadas en los últimos cinco años para paliar los efectos de otros fuegos. Los brigadistas ya lo daban prácticamente por extinguido, argumentando que ya no se ve ninguna columna de humo ni tampoco hay troncos ardiendo. "El riesgo de que se reavive algún conato de este incendio es nulo", apuntaron fuentes del equipo de extinción.
Investigación
Las fuerzas de seguridad continúan recabando información entre los vecinos, sobre todo de Vilamaior y Queirugás, buscando que su testimonio pueda arrojar algo de luz sobre las causas del incendio, que se originó en un margen de una pista. El autor pudo provocarlo con un mechero.
Los investigadores inspeccionaron el punto en el que comenzaron las llamas pero,según pudo saber este periódico, no encontraron ningún indicio que les pueda llevar hasta el incendiario. Así, recaban testimonios por si algún residente vio caminando o circulando un vehículo por el lugar.
Los agentes también continúan con la investigación para esclarecer el incendio registrado a mediados del pasado mes de julio en Feces da Cima (Verín), que afectó a 132 hectáreas.
Recompensa de 5.000 euros
La asociación ecologista Arco Iris, con sede en A Coruña, hizo pública ayer una recompensa de 5.000 euros para la persona que facilite la detención del autor del fuego del pasado jueves en Vilamaior. Entiende que el incendiario ocasionó un grave daño al medio natural y se debe poner remedio a los incendios. No es la primera vez que el colectivo ofrece una recompensa para detener a incendiarios. n
