TELÉFONO ROJO

Morris: "Yo jugaba fumando un pitillo"

DAS

Hablamos del Mundial con... Antonio Durán "Morris", actor

Después de ocho días enviando avisos como el que entrega un currículum para ser el chófer de Putin durante el Mundial de Rusia, el teléfono rojo sitúa al otro lado de la línea a un actor que lo clavaría. "Pues sí, posiblemente daría un buen Putin, con una mirada potente, pocas palabras". Antonio Durán, "Morris" desde el colegio por la confusión con Moreiras, su segundo apellido con origen en Os Peares como el presidente Feijóo, reflexiona unos segundos. Los papeles que ha defendido se agarran a la memoria como la arena de la playa a la piel, desde Antón Santos en la serie 'Pratos combinados', Milhomes en la película 'A esmorga' o recientemente el narcotraficante Manuel Charlín en la serie 'Fariña'. "Me gustaría interpretar a un personaje más cercano a Morris en una comedia actual, aunque últimamente me tocan extremos, tipos extraños. Pero sí, no estaría mal hacer un Putin. Además, en 'Fariña' todos me llamaban "Puto Morris" e incluso se hizo una camiseta". 

Pues durante las curvas de esta página el chófer de anécdotas no será de Putin sino del "Puto Morris", que es mucho mejor para mantear el Mundial. Comenzó haciendo teatro por Maite, su profesora de francés en el instituto A Guía de Vigo. "Un Día das Letras Galegas me pidió que interpretase a don Ramonciño en 'Os vellos non deben namorarse'. Yo no había pensado en dedicarme a esto, pero la gente se descojonaba, me hizo gracia, me quedé, me quedé y al final de COU me metí en un grupo en Teis que se llamaba Teatro Popular Galego... Pero cuando me di cuenta de que valía para actor fue cuando militaba en los círculos de la Liga Comunista. Cogía un megáfono, me ponía en el medio de la calle Príncipe, largaba discurso de media hora sin tener idea de lo que hablaba y reunía a 200 personas. Yo creo que mi primer papel profesional fue el de mitinero oficial". 

Morris se confiesa un futbolero impenitente. Es socio del Celta y no se pierde un partido en Balaídos. Pero nunca aspiró a triunfar en el fútbol. Ni siquiera lo intentó. "Nunca estuve federado. Sólo jugué en los campeonatos de la playa de Samil en los campos del mítico Leri, pero era un desastre, un gamberro que además jugaba fumando un pitillo". Nunca ganará una Liga ni levantará la Copa del Mundo, pero lleva ya cuatro Mestre Mateo, un porrón de nominaciones y le queda carrete. No está demasiado pendiente de lo que está sucediendo en los campos de Rusia porque le coincide con sesiones de trabajo, pero sí sabe los resultados del bocado de campeonato que ya se ha consumido. "Sé que España ganó a Irán sufriendo, que empató con Portugal. Supongo que me engancharé cuando llegue la fase final porque soy muy forofo".


"ASPAS ES EL MESSI GALEGO"   


Como buen aficionado tiene su favorito, aunque el trabajo le obligue a opinar sin guión. "A mí me gustaría que ganase Islandia, pero supongo que será difícil. El Mundial estará entre los de siempre. Hay que contar con Alemania aunque haya perdido el primer partido, Rusia va a estar ahí al jugar en casa y quizá España se meta en la fase en la que se decida el título. A la que no veo es a Argentina, este Mundial no". Morris acertó con el descalabro de la albiceleste horas antes de ser humillada por Croacia con un inobjetable tres a cero. El talento de Messi se tambalea. Le encanta el argentino, tampoco discute la capacidad rematadora de Cristiano Ronaldo aunque el delantero portugués le cae gordo, pero está más preocupado por el papel de Iago Aspas en este Mundial. "A mí me parece que Iago Aspas es el Messi galego en la distancia. Es un tipo impredecible, un delantero muy escurridizo que se mueve entre líneas. Un crack con el que disfrutamos en Balaídos". Igual que el público con cada una de las interpretaciones del "Puto Morris". 

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