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Portugal, el rival del mejor recuerdo mundialista de Marruecos

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photo_camera La selección lusa, en un entrenamiento previo al partido del próximo miércoles.

En la competición de México 1986, la victoria sobre los lusos convirtió a los "Leones del Atlas" en la primera selección africana que llegó a octavos de final

El partido que disputarán el próximo miércoles en Moscú Portugal y Marruecos evocará el recuerdo mundialista más feliz de los aficionados marroquíes; en México 1986, una victoria sobre los lusos convirtió a los "Leones del Atlas" en la primera selección africana que llegó a los octavos de final de un Mundial.

No es exagerado afirmar que aquel 11 de junio fue el día más importante en la historia del fútbol marroquí, ya que Marruecos logró su primer triunfo en un Mundial y superó la fase de grupos del mismo, hazaña que jamás ha repetido desde entonces.

Era aquella una Marruecos muy distinta a la actual; los jugadores nacidos y formados en países europeos, hoy mayoría, eran la excepción, y en México compitieron numerosos futbolistas enrolados en clubes locales, lo que les convertía en auténticos desconocidos a ojos del público occidental.

Y eran pocos los que habían hecho carrera al otro lado del Mediterráneo, destacando entre ellos el delantero Abdelkrim Merry `Krimau`, que tuvo una fructífera trayectoria en el fútbol francés, y los centrocampistas Mustafa el Haddaoui y Aziz Bouderbala, que militaban en la liga suiza.

No obstante, el Mundial fue un escaparate de lujo para sus compañeros y varios de ellos encontraron acomodo en Europa tras volver de México, como el portero Badou Zaki, que ganó el Balón de Oro africano de 1986 y fichó por el Mallorca, o el volante Mohamed Timoumi, que recaló en el Murcia.

Desde la banda dirigía a los "Leones del Atlas" un personaje singular, el brasileño José Faría, que ante la falta de oportunidades en su país natal probó suerte en un destino tan exótico como Catar, hizo fortuna y se trasladó finalmente a Marruecos, donde adoptó la nacionalidad marroquí y se convirtió al islam.

Encuadrada en un grupo complicado junto a Inglaterra, Polonia y Portugal, Marruecos llegó a México sin despertar demasiadas expectativas, pero pronto se reveló como un conjunto correoso y no exento de talento y demostró que podía competir con las temibles selecciones europeas.

Tras cosechar sendos empates a cero contra ingleses y polacos, los norteafricanos dependían de sí mismos para conseguir la histórica clasificación a los octavos de final; una victoria ante Portugal confirmaría la gesta.

La Portugal de José Torres era un equipo de cierto prestigio, semifinalista en la Eurocopa de Francia 1984, y cuya columna vertebral estaba formada por varios de los futuros artífices del triunfo del Oporto en la Copa de Europa de 1987: Fernando Gomes, Antonio Sousa, Jaime Magalhaes, Augusto Inácio y, como gran estrella, Paulo Futre.

Sin embargo, la estancia de los lusos en México estuvo marcada por una disputa sobre las primas a recibir por los futbolistas que derivó en una fractura casi total entre estos y la federación, una tensa situación que pasó a la historia con el nombre de `Caso Saltillo` y creó una notable polémica en Portugal.

El decisivo duelo celebrado en Guadalajara se inclinó rápidamente hacia el lado marroquí: a los 19 minutos, el mítico punta del FAR Rabat Abderrazak Khairi agarró un balón suelto en la frontal del área portuguesa y batió a Vítor Damas con un fuerte disparo raso.

Y siete minutos después, Khairi anotó de nuevo, esta vez con una espléndida volea con la pierna izquierda, dando a Marruecos una jugosa ventaja tras apenas media hora de juego.

Portugal, contra las cuerdas, intentó reaccionar, pero sus mejores ocasiones se estrellaron contra Zaki, y en la segunda parte los `Leones del Atlas` sentenciaron la contienda con un bello tanto de `Krimau` precedido por una larguísima cadena de pases engarzada por Timoumi y Bouderbala.

El postrero gol del luso Diamantino fue irrelevante y Marruecos se alzó, contra todo pronóstico, con la primera plaza del grupo, quedando emparejada con la República Federal Alemana (RFA) en los anhelados octavos de final.

Ahí terminó el sueño marroquí, merced a un gol de Lothar Matthaus en los últimos instantes del partido. Marruecos, empero, ya había hecho historia, y dejó un recuerdo imborrable que la actual generación de `Leones del Atlas` intentará emular el miércoles en Moscú.

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