En total, son 27 aldeas distribuidas en 16 comarcas portuguesas y supone uno de los conjuntos turísticos más singulares del país
La región Centro de Portugal alberga uno de los conjuntos turísticos más singulares del país, un grupo de localidades que forman la red "Aldeias do Xisto", con su arquitectura a base de piedra de pizarra y con gran atractivo para los amantes del turismo de naturaleza.
En total, son 27 aldeas distribuidas en 16 comarcas portuguesas, repartidas por la Sierra de Lousã, la Sierra del Acor, el río Zêzere y la zona del Tejo-Ocreza.
Esta iniciativa está pensada para viajeros amantes del turismo de naturaleza, como explicó a EFE el presidente de la red y alcalde de la ciudad de Fundão, Paulo Fernandes.
Caminos rurales por valles o zonas de montaña, la cultura agraria ligada al entorno, arte religioso, vestigios rupestres o playas fluviales atraen cada año hasta las "Aldeias do Xisto" a una media de 300.000 personas.
"En estos momentos, la difusión que debemos hacer de esta zona tiene que ser aún mayor ya que, aunque alguna aldea sufrió las consecuencias del incendio de Pedrógao Grande, todo el entorno natural continúa intacto y está a disposición del visitante", explicó Fernandes.
Cualquier construcción, las fachadas de las viviendas, la pared de un prado o los ojos de un puente tienen el común denominador de estar levantados a base de piedras de pizarra, lo que da una sensación de uniformidad en sus conjuntos urbanos.
Durante la visita a los pueblos de la red, el turista podrá descubrir la historia del territorio.
Entre sus singularidades figura, por ejemplo, la aldea Benfeita, con la Torre de la Paz, donde cada 7 de mayo suenan las campanadas de su reloj en memoria del fin de la II Guerra Mundial.
El peculiar estilo "manuelino" luso se puede contemplar en las molduras de puertas y ventanas de numerosas construcciones del siglo XVI, que están muy bien conservadas en el casco histórico de la aldea de Vila Cova de Alva.
Entre los monumentos, uno de los símbolos de esta red de pueblos, el Castillo de Lousã, que fue levantado para marcar la línea defensiva que diseñó el rey Alfonso Henriques en el siglo XI.
El arte sacro es otro de los ejes de las "Aldeias do Xisto", con importantes construcciones, tales como las capillas de Santo Antonio o de San Sebastián, ambas del siglo XVIII, ubicadas en Pedrógao Pequeno.
También sobresale la imaginería de los siglos XVI y XVII perteneciente a la Escuela João de Ruão en Alvaro, otra de las 27 "Aldeias do Xisto", repartidas entre los distritos de Castelo Branco y Coimbra.
El turista puede optar por viajar en barca de orilla a orilla por el río Acima en la aldea Janeiro de Cima, situada en el municipio de Fundão.
La oferta de naturaleza se completa con una red de playas fluviales de las que doce tienen el marchamo de bandera azul y dieciocho tienen el certificado de "accesibles" para personas con movilidad reducida.
Además del contacto con la naturaleza, la red de "Aldeias do Xisto" ofrece una carta gastronómica muy singular, en la que el cabrito asado, la chanfaina (plato a base de tripas de oveja o cabra) o las afamadas papas de carolo (similar al arroz dulce) son algunos de los manjares típicos de esta zona central de Portugal.
Los pueblos integrantes de "Aldeias do Xisto", situados en una región con escasa densidad poblacional, esconden asimismo una historia milenaria que reflejan los grabados rupestres sobre el río Zêzere en la aldea de Barroca o los vestigios neolíticos de la localidad de Góis.
