CONFLICTO UCRANIA-RUSIA

Kiev reinicia las operaciones contra separatistas prorrusos

Moscú advierte de que atacar los intereses de sus ciudadanos "es atacar a la Federación Rusa".

Ucrania puso ayer fin a la breve tregua de Pascua al dar por reanudada la "operación antiterrorista" contra las milicias prorrusas en el sureste del país, a lo que Moscú respondió con renovadas amenazas de que defenderá a los rusos ante cualquier ataque, como ocurrió en la guerra de Osetia del Sur. "La fase activa fue suspendida durante laPascua, pero a partir de hoy continúa. Las fuerzas del orden trabajan para liquidar a todos los grupos en las regiones de Donetsk y Lugansk", afirmó el viceprimer ministro ucraniano Vitali Yarema.

El hallazgo en Slaviansk del cadáver del desaparecido diputado de la asamblea municipal de Górlovka Vladímir Ribak, que pertenecía al partido Batkivschina (Patria), agotó la paciencia del presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov, miembro de esa formación. "Los terroristas, que tienen como rehén prácticamente toda la región de Donetsk, han traspasado los límites al empezar a torturar y matar a patriotas de Ucrania. Han lanzado de manera impertinente un desafío no sólo a nuestro país, sino a toda la comunidad internacional", dijo en la noche del pasado martes el presidente.

El objetivo principal de la operación es Slaviansk, donde el autoproclamado alcalde, Viacheslav Ponomariov, reconoció ayer el secuestro de un periodista estadounidense, Simon Ostrovsky, al que acusó de espionaje, y corroboró la muerte de Ribak, acusando de ella a los ultranacionalistas ucranianos del Sector de Derechas. Este fue la fuerza de choque durante los disturbios de noviembre a febrero en Kiev que culminaron en la destitución del presidente Víktor Yanukóvich, a la que siguió la posterior revuelta de las regiones prorrusas de Ucrania.

Rusia, que hace un mes se anexionó Crimea tras un referéndum en el que su población de origen ruso votó por separarse de Ucrania, pidió ayer la retirada del Ejército ucraniano del sureste rusohablante del país. El presidente ruso, Vladímir Putin, tachó de "grave crimen" el reinicio de la operación contra los separatistas y lamentó que se produjera horas después de que el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, abandonara Kiev.

Y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a Estados Unidos de dirigir las acciones de las autoridades ucranianas. En declaraciones al canal de televisión RT, Lavrov advirtió de que "atacar a los ciudadanos rusos es atacar a la Federación Rusa". "Si nuestros intereses legítimos, si los intereses de los rusos, son atacados directamente, como ocurrió en Osetia del Sur, no veo otra vía que responder de conformidad con el derecho internacional", destacó.



Movimientos occidentales

Paralelamente, unos 150 soldados estadounidenses aterrizaron ayer en la base polaca de Swidwin (noroeste) para participar en maniobras militares durante los próximos dos meses, dentro del plan anunciado por el Pentágono de enviar 600 uniformados a Polonia, Lituania, Letonia y Estonia. Los soldados, procedentes de la Brigada de Infantería Aerotransportada 173 con base en Vicenza (Italia), llegan a territorio polaco en medio de la crisis en la vecina Ucrania.

Por su parte, la OTAN afirmó que las "amenazas veladas" de Rusia y el anuncio de más ejercicios militares cerca de la frontera con Ucrania violan el espíritu del acuerdo de Ginebra para rebajar las tensiones. "El lanzamiento de más ejercicios militares cerca de la frontera ucraniana añaden tensión a una situación ya volátil y violan el espíritu del acuerdo de Ginebra", señaló el vicesecretario general de la OTAN, Alexander Vershbow.

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